La eficiencia energética se ha vuelto "un tema de moda" y no es para menos. Cuando estás en medio de un proceso de búsqueda, ya sea para comprar o alquilar, deberías considerar, entre todos los aspectos, el nivel de eficiencia energética que tiene. 

Esto se debe a que el consumo de energía no solo impacta directamente en tus gastos mensuales, sino que también puede afectar al valor general de la propiedad en caso de compra. Para que directamente ya te hagas una idea, una vivienda eficiente en energía se caracteriza por su capacidad para reducir el consumo innecesario de recursos energéticos, así como las emisiones de CO2.

Este tipo de vivienda promueve, por así decirlo, un estilo de vida más sostenible, en el que se busca minimizar el impacto ambiental mientras te ahorras dinero de tu bolsillo. 

Por supuesto, esto es complejo, ya que se logra con un diseño y una construcción que incorporen materiales aislantes en paredes, techos, puertas y ventanas, aparte de tratar de aprovechar, en la medida de lo posible, fuentes de energía renovable, como la solar o la eólica, e implementar sistemas de almacenamiento de electricidad para optimizar su uso.

Estos televisores son eficientes energéticamente y te harán ahorrar en la factura

¿Cómo puedes conocer la eficiencia energética de tu casa?

Una de las herramientas clave para saber la eficiencia energética de una vivienda es el etiquetado energético. Este sistema, ya ampliamente implementando, clasifica los electrodomésticos y otros productos en una escala que va desde la letra A hasta la G, donde la A representa la máxima eficiencia y la G la mínima. 

Esta clasificación da a todos información detallada sobre el consumo de energía de cada producto, permitiendo así tomar decisiones más conscientes antes de hacer una compra. Aquí el punto clave es que este etiquetado energético también se aplica a los edificios y viviendas.

Para conocer el etiquetado energético de tu casa, es necesario obtener un certificado específico, que es redactado por un técnico, que evalúa diferentes aspectos de la vivienda, como su orientación, materiales de construcción, sistemas de calefacción y refrigeración, entre otros. 

Una vez realizada la evaluación, se asigna una calificación energética como la que puedes ver en la anterior imagen.

Antes de nada deberías comprender qué significa cada escalón en el certificado energético

Lo cierto es que de poco sirve tener un certificado energético o valorar la compra de un piso en función de este si no comprendes a la perfección qué significa. 

Por ejemplo, una vivienda con una etiqueta energética de clase A que sepas que consume hasta un 90% menos de energía que una vivienda con una clasificación de clase G —según datos de 2022, más de 170.000 inmuebles tienen en España esta calificación—. Esto significa que, a lo largo del tiempo, una vivienda eficiente energéticamente puede generar un ahorro enorme en los costes. 

Además, estas viviendas suelen ofrecer un mayor confort, sin necesidad de tener que estar constantemente con la calefacción encendida o muriéndote de calor, por ejemplo, gracias a un mejor aislamiento térmico que permite mantener una temperatura más constante en el interior, independientemente de cómo esté el tiempo fuera.

Por supuesto, esto se refleja en el coste del piso, al igual que ocurre con los electrodomésticos. Son más caros, sí, pero a largo plazo conseguirás ahorrar. Lo mismo ocurre si ya tienes un piso. Esas ventanas aislantes cuestan bastante dinero, pero cada año estarás ahorrando en calefacción, ya que consigues que no entre frío ni que se escape el calor.