El modo avión de los móviles es todo un clásico al volar. Esta opción podía tener algún sentido hace unas décadas, pero la realidad es que no es útil desde hace 20 años y es más un mito que un sistema de seguridad. Un móvil no podría causar un desastre, pero hay una razón por la que las aerolíneas siguen pidiendo a los viajeros que coloquen el modo avión antes de despegar.

El modo avión inhabilita las acciones del dispositivo para las que se conecta a la red. Los viajeros se preguntan si realmente sirve esta opción y puede suponer una diferencia en caso de emergencia. El motivo por el que se sigue utilizando está más relacionado con las consecuencias que tiene en tierra que en el aire.

Los móviles se conectan a una red compartida mediante una torre de telefonía que usan los operadores para llevar la red a sus clientes. Los aviones están a kilómetros de alguna de ellas, se mueven a unos 860 km/h en velocidad de crucero y su fuselaje dificulta la recepción de señal. La alternativa para estar conectado es pagar un extra por utilizar la WiFi de las aerolíneas. 

La razón por la que se utiliza el modo avión es para evitar interferencias en la red terrestre debido al continuo transcurso de aeronaves con cientos de pasajeros. El avión se conecta a diferentes torres de telefonía por periodos muy breves ya que se mueve muy rápido. Esto puede perturbar el servicio prestado por dichas torres en el suelo. 

¿Puede marcar la diferencia el modo avión en caso de emergencia? 

"No se ha comprobado que la señal de los móviles pueda interferir en los sistemas de navegación de un avión. Que nunca haya sucedido, no significa que no pueda suceder", ha explicado un piloto a Business Insider.

La Comisión Europea reserva señales de frecuencia para las comunicaciones de los pasajeros en los aviones desde 2008. De todas formas, algunas aerolíneas como American Airlines, United Airlines o Virgin America desaconsejan realizar llamadas y videollamadas con el servicio de WiFi que ofrecen.

Europa exige que todos los aviones instalen “pico-células” desde 2022, que diferencian la red empleada para suministrar conexión a bordo de la de los sistemas del avión. Este aparato tiene más de dos décadas y desde entonces la Administración Federal de Aviación (FAA) no ha tenido evidencias contundentes de que el uso de móviles haya pertubado las comunicaciones del avión.

La aerolíneas son conscientes de que los pasajeros utilizan sus móviles durante el vuelo, lo que genera un aumento de ruidos de llamadas y notificaciones. 

El número de viajeros "rebeldes" en Estados Unidos empieza a ser un problema: más de 10.000 pasajeros han protagonizado incidentes entre 2021 y 2023, un aumento de casi el 300% respecto a 2018 y 2020, según Gizmodo.