He aprendido a gestionar los radiadores de la calefacción, ahora no paso frío y gasto mucho menos
- Para ahorrar dinero y evitar el desperdicio de energía, es importante saber cómo regular el sistema de calefacción en el hogar.
- No se trata de pasar frío, sino de mantener una temperatura adecuada y confortable.
- He conseguido abaratar la factura de la calefacción con una inversión ridícula y para siempre.
Antes de que llegue el invierno, es importante revisar el estado de tus radiadores y optimizar su funcionamiento. De esta manera, podrás disfrutar de un ambiente cálido en tu hogar sin gastar más de lo necesario en la calefacción.
Aunque todavía no haga mucho frío, pronto tendrás que encender el sistema de calefacción y mantenerlo activo durante varios meses. Es por esta razón que te conviene aprender a gestionar los radiadores correctamente para que puedas ahorrar energía, pero sobre todo dinero.
Mantén tus radiadores en buen estado
Una forma de ahorrar energía y dinero es mantener los radiadores de la calefacción en óptimas condiciones. Si estos están deteriorados, pueden desperdiciar calor y consumir más energía de la necesaria.
Para verificar su estado basta con comprobar que no haya fugas de agua, si las hay, es probable que el sistema este roto. En este caso, deberás contactar con un experto para que solucione el problema.
Además, es fundamental que eches un vistazo a las válvulas, que no estén abiertas para que el agua fluya adecuadamente.
Asimismo, revisa que los radiadores no estén tapados. El polvo, así como la suciedad, pueden taparlos y obstaculizar el paso del agua caliente. Para limpiarlos puedes usar un cepillo suave o un trapo húmedo.
Programa tu termostato
También puedes programar tu termostato para que se adapte a tu rutina diaria. Así, podrás reducir el consumo cuando salgas de casa o cuando te vayas a dormir.
Otra forma efectiva de ahorrar es aislar las habitaciones que no utilices, cerrando las puertas y las ventanas. Es importante recordar que la temperatura recomendada para la calefacción es de 20—21 grados centígrados, pero puedes aumentarla gradualmente si tienes frío.
Purga los radiadores de la calefacción
Para mejorar el rendimiento de la calefacción, es conveniente eliminar las burbujas de aire que se acumulan en las tuberías, para ello, debes purgar los radiadores.
Antes de empezar, apaga la calefacción y deja que se enfríen los radiadores. Busca la válvula de purga y coloca un recipiente debajo para recoger el agua que salga.
Con un destornillador, gira la válvula con cuidado hasta que escuches un silbido. Ese es el sonido del aire saliendo. Cuando el aire se haya expulsado y empiece a salir agua limpia, cierra la válvula con el destornillador. Repite este procedimiento en todos los radiadores de tu casa.
Para facilitar aún más las cosas, puedes comprar válvulas de purga automáticas, que son la solución definitiva. En lugar de tener que purgar manualmente cada radiador, este pequeño dispositivo detecta la acumulación de aire y lo libera de forma automática.
Una forma de cuidar tu bolsillo es optimizar el uso de la calefacción en el hogar. Para ello, es importante gestionar los radiadores según la temperatura exterior y el horario, revisar su estado y limpiarlos con frecuencia y programar el termostato para que se adapte a las necesidades de cada momento.
De esta manera, podrás disfrutar de un clima agradable y acogedor en invierno sin malgastar energía ni dinero.
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