Los tres grandes emisores de tarjeta de crédito son Visa, Mastercard y American Express, pero ninguna de estas empresas desarrollaron el primer prototipo que ha evolucionado hasta las que se conocen hoy en día. La primera tarjeta de crédito fue Diners Club, aunque tiene ciertas diferencias con las actuales ya que no permitía llevar saldo. 

La Diners Club, como otros muchos inventos, nació de forma casual y algo vergonzosa para su creador. Frank McNamara estaba comiendo en Major's Cabin Grill y se dio cuenta de que se había dejado la cartera en casa. Su esposa tuvo que conducir hasta el restaurante y traerle el dinero, toda una vergüenza en 1949.

En los inicios de la década de los 50, algunas empresas emitían tarjetas de crédito, pero solo se podían gastar en sus instalaciones. McNamara y su socio, Ralph Schneider, crearon una tarjeta exclusiva para personas financieramente fiables que pagaría las facturas de los restaurantes en su nombre, ha explicado Cracked.

El sistema no parece novedoso, pero fue una revolución en 1950. Los usuarios podían consumir en cualquier restaurante y luego reembolsar el total gastado a final de mes. McNamara "prestaba" dinero con la condición de que los clientes recargasen la tarjeta desde diferentes ubicaciones a final de mes. 

El proyecto pasó a convertirse en una realidad en un año

Los creadores emitieron 200 tarjetas que distribuyeron entre las personas de su confianza. La primera se utilizó por primera vez en 1951 en el mismo Major's Cabin Grill de Nueva York donde McNamara tuvo el incidente. El lote inicial era poco profesional y estaba fabricado con papel similar al de una tarjeta de presentación de cualquier empresa. 

La Diners Club fue aceptada en 14 restaurantes, los cuales estaban impresos en el reverso de la tarjeta. Muchos establecimientos no estaban convencidos de esta idea y cobraban un 7% de cada transacción ya que creían que no tenían la seguridad de cobrar. McNamara aseguró que los clientes gastarían más dinero que en efectivo con este sistema, y no se equivocó.

En un año consiguieron 10.000 usuarios, duplicaron la cantidad de restaurantes que aceptaban la tarjeta y se sumaron dos hoteles. La Diners Club pronto se convirtió en un símbolo de estatus que demostraba que una persona estaba al día en sus pagos. La tarjeta terminó siendo muy similar a las membresías de recompensas de muchas marcas modernas.

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McNamara creó la tarjeta de crédito corporativa en 1975 y la tarjeta de crédito de recompensas en 1984. No tenían nada que envidiar a las actuales, pero el hecho de que nadie conozca la Diners Club lleva a pensar que el proyecto terminó fracasando.

La realidad es que ya no se emiten y gradualmente han desaparecido, pero los propietarios pueden seguir utilizándolas. La Diners Club fue rompedora para su época, pero no ha podido competir con gigantes como American Express, Visa y Mastercard.