La presión por obtener las mejores fotos para mostrarlas a los familiares y amigos, puede acabar en tragedia. Es lo que le ocurrió a Huang, una mujer china de 31 años que se cayó al cráter de un volcán mientras se hacía una foto junto a un famoso, pero peligroso árbol.

Los hechos tuvieron lugar el pasado 20 de abril, según cuenta el medio chino SCMP. Huang y su marido habían subido al cráter del volcán Ijen, en Indonesia, buscando una localización muy específica: un árbol situado al borde del cráter, muy famoso en redes sociales. Puedes verlo en la foto de apertura de la noticia.

El volcán Ijen es único en el mundo, por los "fuegos azules" que pueden verse al amanecer. Se trata de una reacción química que producen las emisiones sulfurosas del volcán.

La trágica muerte al borde del volcán

El árbol seco que hay al borde del cráter es un lugar muy popular, especialmente entre las parejas, para las fotos románticas. Pero también es muy peligroso. Como se ve en la foto superior, está justo al borde de un precipicio.

Según testigos presenciales, la desafortunada mujer se colocó junto al árbol, mientras su marido la fotografiaba. El guía turístico que les acompañaba la advirtió de que no se arrimase tanto al borde, porque era muy peligroso.

 Esta es una de las fotos que hizo su marido, justo antes de la tragedia:

Por desgracia, Huang tuvo muy mala suerte. Al parecer su vestido se enganchó en una rama, y esto la hizo tropezar y caerse por el cráter del volcán, desde una altura de 72 metros. La caída resultó ser mortal.

Tras un difícil rescate que duró dos horas, el forense certificó que había fallecido por múltiples contusiones en todo el cuerpo.

La dramática muerte de este turista china, ha generado un debate sobre la seguridad de este popular destino turístico. Como se ve en las fotos, no hay ningún tipo de valla o protección al borde del cráter.

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El lugar lo puso de moda un documental francés llamado Fuego del amor, sobre una pareja que viaja por todo el planeta, visitando los volcanes más emblemáticos del mundo.

Desde entonces, las redes sociales asiáticas se han llenado de fotos de personas sentadas en el árbol junto al cráter del volcán.

La obsesión por hacer la foto perfecta, incluso arriesgando la propia vida, es más antigua que las redes sociales. Pero es verdad que ahora esa presión ha aumentado. Esta muerte en el cráter del volcán debe recordarnos que ningún Like vale más que la propia vida...