Las infidelidades son algo tan viejo como lo son las propias parejas. Es decir, aquellas personas que mantienen varias relaciones a la vez, ocultándoselo a todas ellas. Pero hoy en día Internet y las redes sociales han permitido que hacerlo resulte más sencillo que nunca, y los riesgos no resulten tan altos… al menos en teoría. 

Tanto es así que incluso se ha creado un término para definirlo: roaching. Tanto el propio origen de la palabra como la manera en la que se interpreta hoy en día son realmente curiosos. Te contamos en qué consiste exactamente y cómo identificarlo si realmente lo estás sufriendo sin saberlo. 

¿Qué es el roaching en tiempos de Internet?

La palabra “roaching” proviene de la analogía de comparar la ocurrencia con la presencia de cucarachas (cockroach, en inglés). Se supone que igual que las cucarachas permanecen ocultas y fuera de la vista, el "roach" en el mundo de las citas mantiene sus otras relaciones en secreto, ocultándose de la vista de la pareja para pasar inadvertidas.

Hay que tener presente que aunque en origen el roaching pueda interpretarse como una infidelidad al uso, no es exactamente lo mismo. Por lo general, se refiere a los casos en los que alguien se aprovecha de las redes sociales o las nuevas tecnologías (WhatsApp, Telegram, Tinder…) para mantener varias relaciones románticas a la vez.

Por lo general, este tipo de relaciones no tienen un fin necesariamente carnal, sino que más bien están enfocadas al aumento del ego, sentirse especial o, simplemente, como un juego con el que pasar el rato. Al estar la tecnología de por medio, es más fácil esconder aquello que se quiere no mostrar. 

No obstante, también existen algunas formas de detectar a quien está cometiendo un acto de roaching. No puede decirse que sean absolutamente infalibles, pero sí pueden suponer un claro indicativo en la mayoría de los casos. 

Cómo saber si estás sufriendo roaching

La primera señal de que alguien está haciendo roaching tiene que ver con la falta de transparencia. Si la información que te llega por su parte no es del todo clara y contundente en temas naturales como dónde vive, con quién, a qué se dedica o en qué ocupa su tiempo, es posible que el engaño esté garantizado. 

Otras demostraciones claras de roaching en Internet suelen asociarse a largos periodos de tiempo sin dar señales de vida o excusas cuando se trata te conoceros o quedar en persona. Estas personas suelen alternar momentos de bastante intimidad y palabras bonitas con otros de prolongado silencio. 

Además, también suele ocurrir que sus mensajes son contradictorios en muchos sentidos, provocando así una lógica confusión en la otra persona (o personas, en este caso). 

Aunque el roaching es, ya decimos, cada vez más habitual, eso no quiere decir que a la larga pueda ocasionar situaciones de tristeza, depresión o inseguridad en muchas personas. Sobre todo si no se tiene en cuenta que en el mundo virtual, no todo es siempre lo que parece o lo que se dice ser.