Durante el mes de julio Mercadona fue noticia de casi todos los medios por el sistema que había contratado para vigilar los accesos a sus tiendas y evitar robos: reconocimiento facial. Según informamos, esto se había activado en al menos 40 locales de la cadena en Valencia, Zaragoza y Mallorca.

El objetivo es identificar a personas que cuenten con una orden de no entrada en los supermercados y avisar sobre otras que hayan sido detectadas realizando hurtos. Esto se consigue analizando a cada individuo y cotejando sus datos biométricos con la base de datos de la empresa. La tecnología pertenece al grupo AnyVision y despertó muchas preguntas.

Dese Mercadona se informó que la imagen tomada al cliente "únicamente se utilizará con esta finalidad y permanecerá en el servidor central únicamente en el proceso de comprobación (esta comprobación dura décimas de segundo). Una vez realizada esta comprobación procederá a ser destruida definitivamente (en aquellas tiendas de España donde está implantado el sistema de detección anticipada)”.

El día en que la inteligencia artificial me prohibió entrar en una tienda

La tecnología ha llegado a un punto en el que algunas tiendas de Estados Unidos tienen inteligencias artificiales que deciden quién puede entrar. Estas situaciones serán cada vez más comunes en nuestro día a día. ¿Cómo pueden influir en nuestras vidas? ¿Son justas las IA al valorar a las personas?

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De momento Mercadona no ha hecho pública más información al respecto y desde El Derecho han analizado la situación y apuntan que el dato biométrico está cubierto y recogido por el Reglamento General de Protección de datos(RGPD). Esto es algo especialmente importante porque, a diferencia de otra información, como contraseñas, pueden recogerse datos como "su raza o género (incluso de las huellas dactilares), su estado emocional, enfermedades, discapacidades y características genéticas, consumos de sustancias, etc. Al estar implícita, el usuario no puede impedir la recogida de dicha información suplementaria”.

En cuanto a la posible vulneración de la ley, si cumplen todos los requisitos y es cierta la información aportada, es legal el trato que Mercadona está realizando de los datos personales. Para serlo tiene que cumplir el inmediato borrado de toda la información recogida de personas que no formen parte de la lista de individuos condenados por una sentencia judicial firme en procesos donde Mercadona haya sido parte procesal.

Para que cumpla con la legalidad también tiene que haber carteles informativos sobre dicha tecnología en el acceso al supermercado, al que el cliente entra de forma voluntaria. En los carteles de Mercadona se avisa que el sistema se usa para “detectar únicamente a aquellas personas con una orden de alejamiento o medida judicial análoga, en vigor que pueda suponer un riesgo para su seguridad”. 

El avance de estas tecnologías parece irreversible en toda Europa y la legislación no va en su contra, sino en favor de un control de la información que recopilan. Por lo que debemos esperar que sistemas como el instalado por Mercadona continúen expandiéndose.

Como consumidores solo nos queda estar atentos a los avisos, confiar en que se vigilé el cumplimiento de la normativa y decidir a qué establecimientos vamos, como con cualquier otra polémica o situación.