Un equipo de investigadores de la Universidad de Duke en Estados Unidos ha descubierto una posible nueva clase de analgésico. Se trata de un fármaco que contiene pequeñas moléculas que bloquean dos objetivos buscados en el tratamiento del dolor. El medicamento podría utilizarse para aliviar el picor y la irritación de la piel, así como el dolor crónico, el de cabeza, el de mandíbula y el abdominal. 

En el estudio que han llevado a cabo científicos el objetivo inicial consistía en desarrollar bloqueadores más eficaces para la proteína TRPV4. En investigaciones anteriores, se ha demostrado que esta molécula es una de las responsables de transmitir la irritación de la piel provocada por las quemaduras solares y la sensación de dolor procedente de la cabeza y la cara.

En un ensayo en 2009, el equipo utilizó un bloqueador prototipo para la TRPV4, y después de se propusieron producir versiones más potentes. De entre los nuevos candidatos, ha destacado especialmente un fármaco llamado 16-8, que ha demostrado tener una eficacia diez veces mayor a la hora de bloquear células con la TRPV4 activa, que son la clave para el desarrollo de la osteoporosis.

El 16-8 también funcionó bien en otro tipo de células que participan en la lesión de células nerviosas, el derrame cerebral y la epilepsia. Además, descubrieron que bloquea la proteína TRPA1, que es la responsable de sensaciones de dolor, frío y picazón.

Para poner a prueba el medicamento, los científicos han llevado a cabo ensayos con animales con dolor abdominal derivado de la inflamación del páncreas. La pancreatitis es una patología extremadamente dolorosa y difícil de tratar, y el 16-8 la ha combatido con éxito. 

El crecimiento de los tumores es más lento con este analgésico común

Wolfgang Liedtke, director de la investigación, también considera que este nuevo analgésico puede ser un tratamiento eficaz para la osteoporosis, los dolores articulares, los de la cabeza y la cara y los que se producen en órganos internos o en las lesiones de las células nerviosas. 

El equipo se encuentra realizando trabajos preclínicos para comprender el potencial del nuevo analgésico y aprender cuál es su funcionamiento, por lo que todavía queda un largo camino hasta que se convierta en un fármaco comercial.