Lejos quedan ya los tiempos en los que nuestros abuelos o bisabuelos tenían que andar todos los días varios kilómetros hasta el río, para lavar la ropa o la vajilla.

Ahora usamos el lavavajillas, que nos ahorra mucho tiempo y trabajo. Y quien no lo tiene, o cuando se estropea, el lavado a mano bajo el grifo.

Pero quiza hay un corte de agua en tu casa, o estás en una caravana, o de acampada, y no tienes agua corriente. ¿Cuál es la mejor forma de lavar los platos?

Lo más obvio es meter la vajilla en un cubo con agua, y lavarla. Pero es poco higiénico, porque estaremos lavando con agua sucia. Y si vamos mojando plato a plato con una botella o similar, gastaremos mucha agua.

La web Appartment Therapy explicaun truco que usan los campistas polacos, y también el ejército, para lavar los platos sin agua corriente. Se necesitan tres cubos independientes.

El primer recipiente se usa para el lavado, el segundo para el aclarado y el tercero es el del segundo aclarado.

En primer lugar hay que retirar todos los restos posibles de la vajilla, con un papel de cocina o similar. Echa un poco de jabón en el cubo de lavado, y sumerge los platos. Déjalos en remojo unos minutos.

Lava los platos con jabón y mételos en el primer cubo de aclarado, para eliminar la espuma del jabón. Después sumérgelos en el segundo cubo de aclarado, para eliminar el jabón por completo. Ya solo queda secarlos con un paño.

Si hay varias personas, se puede lavar toda la vajilla en minutos formando una cadena, y que cada persona se encargue de un cubo. Se irán pasando los platos unos a otros, y al final alguien se encargará de secarlos. A los niños les encantará la actividad y la vajilla quedará resplandeciente.