Parecía que se acababa el mundo cuando nos anunciaron que Ucrania era el primer productor mundial de girasol, y que en España importamos de allí buena parte del aceite de girasol que consumimos. ¿Sin aceite de girasol qué ibamos a hacer?

Puede parecer una broma, pero millones de españoles se lo plantearon aquella mañana que daba pie a la guerra. Ha pasado un mes y el conflicto no ha terminado. Al contrario que el aceite de girasol, el cual sí se ha terminado.

Ahora mismo encontrar un litro de aceite de girasol no es fácil, pese a que sea un aceite menos utilizado en nuestro país que el de oliva, el cual hay a espuertas en cualquier supermercado. Pese a ello, muchos ciudadano se dejaron llevar por la histeria (ni el racionamiento pudo con ellos).

En ese sentido, la Organización de Consumidores y Usuarios ha querido llamar a la calma, dando opciones a los ciudadanos con otros aceites que son igual de válidos que el de girasol (incluso mejores, dependiendo del uso que le demos). Vamos a verlos:

• El aceite de soja es de importación, no se produce en nuestro país y lo mismo sucede con el aceite de sésamo.
• El aceite de maíz. En España sí se cultiva bastante maíz, pero no se suele usar para aceite, con lo que el que hay suele ser de importación.
• El aceite de colza es un aceite muy utilizado en Europa. El mayor productor europeo es Francia, pero en España también se cultiva colza para elaborar aceite. Se destina a uso industrial, mayoritariamente, y se conoce también como nabina: este aceite no se vende en supermercados.
• El aceite de aguacate es poco utilizado. El aguacate es una fruta con un 12% de grasas (y el 75% son grasas monoinsaturadas, en particular, ácido oleico), pero el aceite es un producto gourmet, es decir, muy caro
• El aceite de oliva. De lejos el mejor. Un aceite de oliva básico, suave, cumplirá bien la función. Si tu presupuesto es ajustado, piensa en el aceite de orujo de oliva.

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Como se puede observar, hay más opciones en el mercado, ya que el aceite de girasol es solo uno más dentro de las opciones que tenemos como consumidores. Lo difícil sería la escasez de aceite de oliva, un aceite muy difícil de sustituir.

Por suerte, España es productora principal de este aceite por lo que el desabastecimiento se entiendo difícil, por no decir casi imposible. Podremos seguir disfrutando de ensaladas llenas de sabor, y de tostadas con rico olor a oliva.