El presidente de Turkmenistán ordena cerrar las Puertas del Infierno, en llamas desde hace 51 años
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El espectacular agujero de 70 metros de diámetro que lleva medio siglo ardiendo, podría ser extinguido próximamente.
Las Puertas del Infierno es un enorme cráter de 70 metros de diámetro y 20 metros de profundidad, que lleva ardiendo desde 1971. Está situado cerca del poblado de Darvaza, en Turkmenistán, un país de Asia Central que formó parte de la Unión Soviética.
Según informa France 24, el presidente de la república, Gurbangulí Berdimujamédov, ha anunciado que ha puesto en marcha una comisión científica para extinguir las Puertas del Infierno, debido al peligro que representa para los habitantes de la zona, y las pérdidas económicas que ocasiona este incendio que lleva medio siglo ardiendo.
Es el mismo anuncio que hizo en 2010, pero entonces tiraron la toalla, porque no encontraron la forma de apagarlo. En este espectacular vídeo de National Geographic, puedes verlo de cerca:
¿Cómo es posible que este incendio lleve ardiendo 50 años, y no puedan apagarlo?
La razón es que está situado sobre un pozo de gas metano, que libera gas lentamente, pero es inmenso, y por eso el incendio no se apaga nunca. Aunque se cerrase el agujero, el gas seguiría ardiendo en el interior de la tierra.
Los órigenes de las Puertas del Infierno, cuyo nombre oficial es cráter de gas de Darvaza, se remonta a 1971, cuando Turkmenistán aún pertenecía a la Unión Soviética.
Los soviéticos estaban buscando petróleo en Darvaza, cuando la perforadora se hundió y cayó dentro de una caverna subterránea. Por suerte no hubo víctimas, pero la caverna estaba llena de gas metano.
Los encargados del proyecto decidieron quemar el gas, pensando que se extinguiría en unas semanas... y hasta ahora.
Turkmenistán es el cuarto país del mundo en reservas de gas, y la bolsa que alimenta el incendio de las Puertas del Infierno es muy grande, así que podría seguir ardiendo durante décadas.
Pero, tal como ha expresado el presidente del país, Gurbangulí Berdimujamédov, además de suponer un peligro para los habitantes de la aldea cercana, es un gasto interminable de las reservas de gas de la zona.
También hay que tener en cuenta que se ha convertido en una las principales atracciones turísticas del país.
Cerrar un cráter tan grande, de 70 metros de diámetro y 20 metros de profundidad es complicado. Sería necesario taponar por completo la bolsa de gas y apagar el fuego. La clave está en localizar con exactitud el tamaño de la bolsa, y por dónde se escapa.
Si 50 años de fuego y humo te parecen mucho, no es nada comparado con el incendio de la Montaña en Llamas de Australia, que lleva 6.000 años ardiendo.
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Descubre más sobre Juan Antonio Pascual Estapé, autor/a de este artículo.
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