Hoy en día las tejas, tejados y paredes de las viviendas, especialmente en zonas calurosas, se recubren con pintura de un color claro o color frío, que enfría las viviendas al reflejar la luz solar.

Podemos verlo en los típicos pueblos andaluces de casas blancas, por ejemplo.

Estos sistemas también emiten parte del calor solar absorbido en forma de radiación térmica-infrarroja.  Es un proceso natural llamado enfriamiento radiativo, en donde la luz térmica-infrarroja se irradia fuera de la superficie.

El problema de muchos de los sistemas de techos fríos que se comercializan actualmente es que siguen irradiando calor en invierno, con lo que hay que gastar más dinero en calefacción.

Esa es la clave: o enfrían o calientan, pero no pueden hacer ambas cosas... hasta ahora.

El científico Junquiao Wu, profesor de ciencias e ingeniería de la Universidad de Berkeley, ha inventadoun recubrimiento de tejado que repele el calor en verano, y lo absorbe en invierno.

Los metales suelen ser buenos conductores de la electricidad y el calor. En 2017, Wu y su equipo de investigación descubrieron que los electrones del dióxido de vanadio se comportan como un metal ante la electricidad pero como un aislante ante el calor.

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Es decir, conducen bien la electricidad sin conducir mucho calor. "Este comportamiento contrasta con la mayoría de los otros metales, donde los electrones conducen el calor y la electricidad de forma proporcional", explicó Wu.

Otra característica del dióxido de vanadio es que por debajo de los 67 grados centígrados es transparente a la luz infrarroja térmica, y por tanto no la absorbe. Pero por encima de esa temperatura pasa a un estado metálico y absorbe la luz infrarroja térmica.

Por tanto tenemos un metal que no emite calor al pasar la electricidad, y que absorbe o refleja la luz infarroja, en función de la temperatura.

Desarrollaron un materal basado en el dióxido de vanadio que colocaron en una cinta adhesiva, para fijarlo al tejado.

Realizaron mediciones durante varios meses, y después usaron modelos matemáticos para extrapolar estos resultados a ciudades estadounidenses con 15 climas diferentes.

Descubrieron que con este recubrimiento se conseguía ahorrar energía (calefacción y aire acondicionado) durante todo el año, en 12 de las 15 zonas climáticas.

La media del ahorro era de un 10% de electricidad. Es un dato importante, porque ahorrar un 10% de la factura de la luz todo el año durante toda la vida, a cambio de recubrir el tejado con un material metálico, parece una ventaja bastante clara.

Ahora van a probarlo con tejados completos, en lugar de pequeñas muestras.

Además este nuevo material tiene otras aplicaciones. Por ejemplo se puede usar como revestimiento protector hermético para prolongar la vida útil de las baterías de los móviles y portátiles.

También para proteger los satélites y los coches de las temperaturas extremadamente altas o bajas.