Muchas personas viven en una casa con jardín que usan poco, o que les gustaría sacarle un rendimiento. Por otro lado muchos dueños de perros viven en pisos con muy poco espacio para las mascotas. La asociación de ideas es obvia, y se le ha ocurrido a Sniffspot.

Esta start-up propone una idea muy sencilla, pero genial: que las personas con jardín o con terrenos privados los alquilen por horas para que los perros de sus clientes puedan corretear y jugar. Ellos se sacan un dinero sin hacer nada y los dueños de animales obtienen ventajas que no son posibles en un parque público.

La idea parece que está funcionando muy bien: Sniffdog ya tiene en Estados Unidos más de 4.000 parques privados de gran extensión, más de 6.000 jardines completamente vallados, 724 zonas de entrenamiento, y 602 zonas de habilidades. Algunos de estos terrenos están generando 1.500 dólares al mes a sus dueños, sin que ellos tengan que hacer nada.

La mayoría de los dueños de perros llevan a sus mascotas a los parques públicos, pero tienen bastantes limitaciones.

Se encuentran con otros perros, y hay animales que se ponen muy nerviosos cuando ven a otros congéneres. Si hay gente hay que llevar al perro con la correa. Y la mayoría de los parques no están vallados, así que hay que tener cuidado de que no salga a la carretera, o se escape.

Los parques privados de Sniffspot son jardines de casas privadas o terrenos privados completamente vallados. Se alquilan por horas y no hay nadie más en ese tiempo, así que los perros pueden jugar tranquilos sin ser molestados por otros animales. No hay peligro de que se escapen, y pueden ir sin correa.

El alquiler cuesta entre 5 y 15 dólares la hora, según las facilidades que tenga el parque privado. Algunos son simples terrenos vallados, pero otros tienen zonas de entrenamiento, baño para animales, etc.

A cambio, el dueño del animal tiene una serie de obligaciones. Debe demostrar que su mascota está vacunada, y limpiar todo lo que ensucie, incluyendo, por supuesto, las heces.

Los dueños de los terrenos ganan un dinero extra sin hacer nada, la limpieza corre a cargo de los clientes, y tienen un seguro por si el animal rompe el mobiliario, o alguna planta o árbol.

Parece una idea en la que todos ganan, así que ójala la podamos ver también en otros países, no solo en Estados Unidos.