Algunos de los recursos naturales se están agotando según continúa su uso en función de la demanda que existe y no de su verdadero valor. El helio es un buen ejemplo de esta situación. A pesar de que de vez en cuando se encuentran nuevos yacimientos, su demanda creciente augura que de aquí a unos años empezará a escasear.

Al ser un gas no renovable, el uso del helio es dependiente de las reservas que se encuentren en la Tierra y existe una creciente preocupación sobre la amplia demanda que existe para áreas más cercanas al ocio que a fines óptimos para el bien común.

Hace casi una década ya avisó el premio Nobel de Física Robert Richardson, el gas se estaba utilizando más rápido de lo que podía extraerse y las reservas existentes, sobre todo la de Amarillo (Texas), podían agotarse con rapidez. Según su opinión, el problema con este gas es que se vende demasiado barato y la legislación ha buscado un beneficio económico demasiado a corto plazo.

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Usos del helio

Aunque de forma común se relaciona el helio con los globos hinchables y cambiar el tono de voz, su uso es mucho más importante del que se puede pensar.

El helio se utiliza en los escáneres de imágenes de resonancia magnética, pero también los usa la NASA con el objetivo de limpiar y poner a punto sus cohetes, detección de explosivos, datación de minerales, buceo a gran profundidad y otro sinfín más de aplicaciones que se alejan del ocio para transformarlo en una necesidad de primer grado.

Cuando se agoten las reservas

Igual que con la crisis climática, el excesivo uso de los recursos naturales puede llevar en un primer término a que cambie o se tome otro camino en nuestra progresión como sociedad, pero luego también a una situación de mayor gravedad.

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La imposibilidad de fabricarlo ha llevado a que se trate de reciclar el helio que se use. Sin embargo, al ser un gas que se vende barato se entra en el dilema de que todavía resulta mucho más rentable comprar nuevo.

De vez en cuando surgen noticias sobre nuevos yacimientos encontrados, a veces son tan prometedores como se anuncia y otras no, pero cabe preguntarse hasta cuándo se podrá seguir usando un gas del que llevan años avisando que va camino de agotarse.