Hace tiempo se instauró la etiqueta medioambiental, una forma de clasificar el parque automovilístico de nuestro país entre los coches que más y menos contaminan, con ciertas ventajas y desventajas, sobre todo en grandes ciudades.

Y si bien los propietarios de vehículos con etiqueta C todavía no deben preocuparse, lo cierto es que se augura un futuro en los que van a vivir con bastantes restricciones.

Porque si bien todavía los vehículos con etiqueta C están en mejor posición que los de etiqueta B y los que no tienen ni etiqueta, todo podría cambiar en los próximos años.

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Y tal como comentan nuestros compañeros de Autobild, aquellos que tengan un automóvil con etiqueta C deben tener en cuenta una serie de cuestiones relativas al aparcamiento. Y es que para entrar a una zona de bajas emisiones de manera legal, estos coches tienen que aparcar en un parking de pago, sea público o privado, lo que implica un gasto adicional.

Y luego fuera de estas zonas de bajas emisiones, sí pueden aparcar en las zonas de estacionamiento regulado, pero mientras que los 0 estacionan gratis y los ECO cuentan con un 50 % de descuento, los C solo tienen una reducción del 10% en el precio.

Pero cabe aclarar que a partir de 2023 las zonas de bajas emisiones se van a democratizar. De hecho en 2023 todos los municipios de más de 50.000 habitantes deben establecer su propia zona de bajas emisiones. Sea como fuere, en todas ellas tendrán prioridad y ventajas los de etiqueta 0 y los ECO, así que si tienes un vehículo con etiqueta C deberías preocuparte.

Cabe aclarar que las restricciones van a avanzar de forma progresiva y primero veremos cómo afectan a los B, lo que dará tiempo a los propietarios de las etiquetas C a hacerse una idea de lo que les espera.