Poco a poco, los fabricantes de coches anuncian sus planes para decir adiós a los contaminantes vehículos de combustible. Quien ya lo tiene muy claro es Fiat.

Tal como explica en la web de Stellantis el CEO de la compañía, Olivier François: "Estamos explorando el territorio de la movilidad sostenible para todos: este es nuestro mayor proyecto. Entre 2025 y 2030, nuestra gama de productos se convertirá paulatinamente en eléctrica. Será un cambio radical para Fiat".

Y continúa: "La decisión de lanzar el New 500, eléctrico y sólo eléctrico, se tomó en realidad antes de la COVID-19. Ya entonces éramos conscientes de que el mundo no podía soportar más compromisos".

Fiat quiere que su mítico Fiat 500 sea la revolución del coche eléctrico, asequible para todos, igual que en los años 60 el Fiat 500 (o el Seat 500 en España) consiguieron que todas las familias pudiesen comprarse un coche.

Así lo expresa Olivier François: "Tenemos un icono, el 500. Un icono siempre tiene su causa y el 500 no es una excepción: en los años 50, abrió el acceso a la movilidad para todos. Hoy, en este nuevo escenario, tiene una nueva misión -nuestra misión-: crear una movilidad sostenible para todos. Es nuestro deber sacar al mercado coches eléctricos que no cuesten más que los de motor de combustión interna, tan pronto como podamos, en consonancia con la caída de los costes de las baterías. Estamos explorando el territorio de la movilidad sostenible para todos: este es nuestro mayor proyecto".

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Fiat, asi como Ford (en Europa) y Volvo, ya han anunciado lo que otras compañías no tardarán en hacer. Países como Reino Unido, Japón u Holanda van a prohibir la venta de coches de combustible en 2030, así que los fabricantes tendrán que hacer la conversión antes de esa fecha, si quieren seguir vendiendo en esos y otros países.

En España el gobierno también ha fijado una fecha, aunque será más tarde: en 2040. Pero el objetivo es reducirla, antes de llegar a ella.