El sistema de conducción autónoma de Toyota hace increíbles derrapes para evitar obstáculos
El equipo de Toyota, empresa nipona de automoción, ha desarrollado un sistema de conducción autónoma que puede hacer drifteos y trompos como si de un piloto profesional se tratase. Es increíble verlo en acción.
El Instituto de Investigación de Toyota ha conseguido desarrollar una tecnología autónoma capaz de maniobrar en condiciones extremas para sortear obstáculos tan bien como un piloto de carreras profesional (ojalá todas sus ideas fuesen de este tipo y no de este otro).
En un vídeo publicado hoy, Toyota muestra un Toyota Supra especialmente preparado derrapando por sí mismo en un circuito cerrado. El coche consigue sortear todos los obstáculos que le habían preparado y toma las curvas como si el mismísimo Carlos Sainz fuese a los mandos.
La oficina del Instituto de Investigación de Toyota en Los Altos (California) inició el trabajo hace un año en colaboración con el Laboratorio de Diseño Dinámico de la Universidad de Stanford, que ya había hecho algo similar con un DeLorean drifteador.
Por supuesto, la idea en ambos proyectos no era crear un coche que derrapa como nadie, sino llevar al extremo la tecnología de seguridad activa, imitando las maniobras de un conductor profesional de forma que se pudiera evitar choques y prevenir muertes.
Cuando se enfrentan a carreteras mojadas o resbaladizas, los conductores profesionales pueden optar por derrapar el coche en una curva, pero la mayoría de nosotros no somos conductores profesionales, explica el científico del TRI, Jonathan Goh.
Un turismo equipado con esta tecnología podría utilizar el derrape controlado como una herramienta más para evitar un accidente en escenarios como el derrape en la nieve o el hielo negro.
Los algoritmos del TRI activan y controlan el drifting mediante: la dirección, el acelerador, el desplazamiento del embrague, la transmisión secuencial y el frenado individual de las ruedas que equipa el vehículo preparado.
La suspensión, el motor, la transmisión y el equipo de seguridad se han mejorado hasta acercarse a las especificaciones de la Fórmula Drift para poder realizar el experimento de forma segura en condiciones controladas y recoger datos.
Hacer drifting en un tramo cerrado de 3,2 km con obstáculos definidos es muy diferente a hacerlo en una carretera con peligros y tráfico no identificados, por lo que no esperamos que el próximo Toyota Yaris cuente con un sistema de asistencia al drifting.
Sin embargo, Toyota planea seguir investigando cómo la tecnología automatizada puede ayudar a amplificar las capacidades humanas en la carretera, incluso en situaciones extremas que superan los límites técnicos de los vehículos.
Otros artículos interesantes:
- Este Toyota Supra está fabricado por LEGO y puede conducirse
- Así de impresionante es el filtro HEPA del Tesla Model Y
- 5 trucos para que tu coche no se averíe por el frío
- Todo lo que trae la Serie MSI: innovación y potencia para cualquier escenario
Descubre más sobre Chema Carvajal, autor/a de este artículo.
Conoce cómo trabajamos en Computerhoy.