Cada uno de los países cuentan con unas normas de circulación diferentes que, si bien en la mayoría de los casos son muy similares, lo cierto es que hay elementos como las rotondas en los que pueden existir diferencias totalmente opuestas y que pueden conducirnos a alguna que otra multa indeseada si visitamos en coche otro país vecino.

Un ejemplo claro son las rotondas francesas, que funcionan literalmente distinto en preferencias de paso respecto a las rotondas de nuestro país, y que encima cuentan con un diseño en el que se tira por tierra cualquier tipo de señalización en la calzada, lo que puede acabar causando escenas tan cómicas como peligrosas.

Y si no sabes todavía qué es exactamente una rotonda francesa, simplemente recuerda tu último viaje a París, cuando visitaste el Arco del triunfo, que está situado exactamente en una rotonda. En este caso, no hay señalizaciones que delimitan los carriles, y encima la prioridad de los vehículos es para los que entran y los que están dentro deben ceder el paso a los de su derecha.

Como ves, poco tiene que ver con las rotondas de nuestro país donde según la DGT, la norma principal establece que los vehículos que circulan dentro de la rotonda tienen la prioridad sobre los que entran.

Y si bien no tenemos muchos ejemplos de rotondas francesas en nuestro país, la más característica es la que está situada en la glorieta de Plaza Circular en Bilbao, que si bien es muchísimo más pequeña que la del Arco del Triunfo, sí que no cuenta con ningún tipo de señalización en la calzada para delimitar los carriles.

Hay que tomarse muy en serio este tipo de elementos como la rotondas, porque por ejemplo en nuestro país entrar a la misma sin respetar la prioridad puede llevarte una buena multa.