El calor ha llegado, para bien y para mal. Los amantes de la playa pueden estar contentos y lo mismo aquellas personas que cuenten con piscinas cerca, el resto de personas que ha de continuar con sus tareas de forma normal y como si la temperatura no estuviese por encima de los 30 grados puede que no vean con buenos ojos este extremo calor.

De hecho, las elevadas temperaturas no afectan únicamente a las personas y, es que, los dispositivos electrónicos también sufren por el exceso de calor. Lógicamente no tienen sentimientos y, por lo tanto, este sufrimiento es una licencia para que se entienda lo que queremos decir; pero puede que sea más fácil explicarlo con un ejemplo.

Lo que se ha visto en los últimos días es que algunas de las consolas de Nintendo se están viendo obligadas a apagarse de forma automática debido a las temperaturas. Los usuarios están reportando a lo largo de todo el mundo, aunque mayormente en Japón, que sus consolas se apagan sin previo aviso.

La propia Nintendo se ha visto obligada a lanzar un comunicado en el cual explican los motivos de que esto esté sucediendo y por qué no hay que alarmarse en caso de que esto ocurra. Lo que han comentado es que las consolas están diseñadas para funcionar de forma segura entre unas franjas de temperatura.

Estas franjas son 5 grados y 35 grados, siendo esta última la que está causando problemas. Por desgracia y debido a muchos factores como, por ejemplo, el efecto invernadero junto con el cambio climático, estos 35 grados no son una temperatura complicada de alcanzar. En nuestras fronteras hay ciudades que rozan y algunas que superan los 40 grados.

Al estar en presencia de temperaturas ambiente tan altas y con un uso convencional, las Nintendo Switch alcanzan cifras que no son seguras para su funcionamiento. Lo que se ha comentado es que al subir la temperatura de la placa base sobre los límites marcados, esta se apaga de forma automática para evitar cualquier tipo de consecuencia.

Siendo este el motivo principal por el que las Nintendo Switch de todo el mundo se están apagando sin previo aviso, haciendo que muchos usuarios se pregunten si su consola está funcionando de forma correcta. Lo más recomendable es jugar en horas que no haga tanto calor o en habitaciones que tengan una temperatura por debajo del límite que soporta la consola.