Google y Apple se están disputando el control del automóvil. Los dos gigantes tecnológicos miden sus fuerzas en distintos frentes, y el coche es uno de los más destacados a día de hoy. 

Android Auto se ha colocado por delante de CarPlay con sus últimas actualizaciones y, desde la llegada de iOS 15, la plataforma de Apple para el coche está experimentando algunas dificultades, con problemas de conectividad o errores a la hora de reproducir música. 

Pero los de Cupertino no se piensan dormir en los laureles: tienen la firme intención de conquistar nuestros vehículos e imponerse a la opción de Google. Para ello, la compañía está trabajando en nuevas integraciones que centralizarán en Apple CarPlay el control de muchos elementos del coche.

De acuerdo con un informe de Bloomberg, los de la manzana mordida están trabajando para implementar en la plataforma una serie de nuevas funciones de lo más interesantes. 

La iniciativa, que se conoce internamente con el nombre en clave "IronHeart", pretende incorporar una variedad de controles, sensores y configuraciones del vehículo para que CarPlay centralice buena parte de la información y ajustes del coche.

Según fuentes relacionadas con el proyecto, Apple quiere implementar el control del sistema de climatización, la configuración de los asientos y apoyabrazos, los ajustes del equipo de sonido (configuración del sonido envolvente, ecualizadores, tweeters, subwoofers y balance), y también la información de los grupos de instrumentos, como el velocímetro y el combustible.

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El informe de Bloomberg señala que el proyecto IronHeart se encuentra todavía en sus primeras fases de desarrollo y será necesaria la colaboración de los fabricantes de automóviles, pero si estos planes prosperan colocarán a CarPlay en una posición privilegiada. 

El acceso a los controles y a los instrumentos del vehículo convertirá a CarPlay en una interfaz que abarcará prácticamente todo el vehículo, con las ventajas que esto supone tanto para los usuarios como para Apple.

Con un sistema de control centralizado, los usuarios no tendrán que pasar constantemente del sistema del coche a CarPlay, sino que lo tendrán prácticamente todo en una sola interfaz. 

Los de Cupertino, por su parte, podrán aprovechar el acceso a los controles y a los instrumentos para recopilar datos, e idear nuevas aplicaciones y servicios para ofrecer a los usuarios en sus coches.