Quizá estamos dando los primeros pasos hacia la definitiva fusión de los monitores y los televisores. Cada vez hay menos cosas que los diferencian, y eso es una buena noticia para los consumidores.

Antes eran productos muy diferentes. Tenían otros conectores y paneles opuestos. Las teles solo poseían una resolución, con una tasa de refresco fija y baja, y una alta latencia.

Pero en los últimos años las consolas se han ido convirtiendo en ordenadores. Y como se conectan a un televisor en el salón, han obligado a las teles a cambiar. Ahora es común que los televisores tengan modo de juego, tasas de refresco elevadas y variables, baja latencia, y otras características propias de los monitores.

Gygabyte ha puesto a la venta un monitor gaming híbrido de 54,6 pulgadas, el Gigabyte S55U con resolución 4K, HDR10+ y Dolby Vision IQ.

Es un monitor gaming, y así lo deja bien claro la ficha del producto, con funciones específicas como un estabilizador de la sincronización con el PC, punto de mira personalizado en los juegos, cronómetro y alarma en pantalla para prededir patrones de los enemigos o cuándo recibes munición.

Pero al mismo tiempo también es un televisor, porque tiene un mando a distancia para seleccionar canales televisivos, sonido Dolby Atmos y DTS HD, Android TV y un Chromecast. Así que puedes instalar apps como Netflix, Prime VIdeo, Disney+ etc. en la propia tele, y distrutar al máximo de series y películas con resolución 4K y HDR+10 o Dolby Vision.

El panel de 54,6 pulgadas cuenta con tecnología Quantum Dot y un gamut de color extendido 96% DCI-P3/140% sRGB. Ofrece resolución 4K a 120 Hz, con un ratio de contraste 5000:1, un brillo de 1.500 nits, y un tiempo de respuesta de 2 ms.

Además tiene tasa de refresco variable, controlable mediante FreeSync Premium de AMD. Los altavoces de 10W compatibles con Dolby Atmos te ayudan a sumergirte tanto en las serie y películas como en los juegos, sin necesidad de comprar altavoces gaming.

En el apartado de conexiones posee dos puertos HDMI 2.1, dos HDMI 2.0, dos USB 3.2 Gen 1, un USB 2.0, Ethernet, conector de auriculares y fibra óptica, WiFi 5, y Bluetooth.

Por desgracia nos quedamos con las ganas de saber el precio, que aún no ha sido desvelado. Pero seguramente supere los 1.000 euros.

Aunque Gigabyte lo define como monitor gaming, echamos en falta dos cosas que son muy comunes en los monitores: un puerto DisplayPort, y compatibilidad con GSync de NVIDIA.

Recientemente Sony ha lanzado otro monitor híbrido, el Sony Inzone M9 (Análisis y opinión).