Un móvil de ciencia ficción, Xiaomi patenta una pantalla extraíble que funciona de manera independiente

A veces las patentes muestran propuestas y diseños que parecen diseñados por un escritor de ciencia ficción. Ideas casi imposibles de realizar para la tecnología actual y que ni las marcas son capaces de explicar cómo podrán hacerlas realidad. La última patente de Xiaomi refleja esta situación. 

En la descripción no queda muy claro qué se les pasaba a los desarrolladores de Xiaomi por la mente cuando idearon esta patente, pero la propuesta es realmente interesante: en vez de tener una batería extraíble, la compañía china propone contar con una pantalla extraíble que se separaría fácilmente del terminal. 

La patente fue publicada el 4 de agosto bajo el título de Teléfono de dos componentes y presentada ante la Administración Nacional de Propiedad Intelectual de China (CNIPA). Lo primero que pensamos es que Xiaomi quiere que la pantalla se pueda extraer para poder arreglarla o cambiarla por otra en caso de rotura, pero un nuevo detalle descarta esta opción y hace que la patente sea más intrigante. 

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Al separarse del móvil, la pantalla extraíble podría seguir funcionando de forma independiente. ¿Cómo? Xiaomi no explica cómo van a conseguir esta proeza. A veces las patentes simplemente recogen ideas un tanto disparatadas para asegurarse que esa idea sea suya, aunque aún no tengan la tecnología necesaria, de tenerla habría otra patente que registraría la invención de esta innovación. 

La patente se ha hecho pública a través de LetsGoDigital, donde se detalla que la pantalla y el teléfono unidos funcionan como un smartphone tradicional. Al separarse no sabemos que quedaría expuesto al retirar la pantalla. 

El resto del teléfono parece respetar las características actuales que encontramos en los demás móviles. En la parte trasera habría un equipo de tres cámaras y en la parte inferior un puerto USB-C para cargar el dispositivo, además de dos altavoces. 

De la pantalla poco más sabemos, salvo que Xiaomi pretende que se cargue de manera inalámbrica cuando no esté unida al teléfono y tendría unos orificios para permitir hacer fotografías a la cámara frontal. El tiempo dirá si esta idea salta del papel a la fábrica y después las tiendas o si se queda olvidada en un cajón.