En nombre de una mayor seguridad, Google tiene previsto implantar una serie de medidas que afectarán a la forma de intercambiar enlaces de vídeos y documentos en sus plataformas. En concreto, hablamos de los vídeos antiguos que permanecen ocultos en YouTube y los documentos compartidos a los que no se ha permitido el acceso de forma expresa en Google Drive.

En la plataforma de video, Google ha puesto el foco en el contenido "no listado" o, dicho de otro modo, en los vídeos que permanecen ocultos desde antes de 2017. A partir de esa fecha, las normas para esos vídeos cambian y los contenidos subidos a la plataforma en los últimos 4 años no se verán afectados.

Con esta actualización, la principal mejora de seguridad pretende reforzar la privacidad de esos vídeos y archivos en las diferentes plataformas de Google. Así, los enlaces de los videos privados serán aún más difíciles de descubrir para alguien (si no se ha compartido el enlace con ellos). 

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Para entenderlo mejor, vamos a hacer un pequeño repaso. YouTube ofrece actualmente tres opciones de visibilidad: públicos para que los vea todo el mundo en internet desde el canal al que se han subido; ocultos que solo pueden verse a través de un enlace directo o insertados en una web o aplicación, pero que no se pueden localizar en el canal o buscando en la plataforma; y los privados que solo ven los dueños del canal y un máximo de 50 personas que seleccionemos y que deben tener cuenta de Google y registrarse para acceder al contenido.

De esta forma, a partir del 23 de julio de 2021 (los creadores tienen de margen un mes), aquellos vídeos ocultos subidos antes de 2017 pasarán a ser privados y todos los enlaces que daban acceso a estos contenidos dejarán de funcionar. Si alguien ha insertado un vídeo oculto desde YouTube en otra web, antes de esa fecha, ese vídeo ya no se podrá ver. 

¿Cómo evitar que los enlaces dejen de funcionar?

Para evitar el desbarajuste que puede provocar esta medida, Google da varias opciones:

No hacer nada: Dejar que los vídeos ocultos anteriores a 2017 se vuelvan privados el 23 de julio, siendo solo visibles para el creador y unas 50 personas elegidas por él. Esto provocará que los enlaces que llevaban a esos vídeos queden rotos, pero al tratarse de contenido antiguo, quizás no importe mucho.

Dejarlo como está: Aquellos que quieran mantener esos vídeos en oculto, renunciando a las medidas de seguridad, pueden rellenar este formulario para solicitar a Google que les deje fuera del cambio. La compañía recomienda esta función para los usuarios que utilizan los videos ocultos como públicos enlazados a otras páginas.

Hacer públicos esos vídeos: Cambiando la configuración de ese contenido de ocultos a públicos o de privados a públicos. De esa forma, estarán visibles a todo el mundo y seguirán funcionando los enlaces que se utilizaron en su momento para conectarlos en otros sitios web. No obstante, esto significa que será más fácil encontrarlos en el canal y en la plataforma o en Google.

Subir el video de nuevo: Si tenemos mucho interés en que estos contenidos antiguos sigan ocultos, que sus enlaces funcionen y reciban las seguridad implementada por Google, la mejor solución es volver a subirlos a la plataforma y etiquetarlos como ocultos. Aunque también es necesario volver a colocar los enlaces a esos vídeos en la web donde lo estuviera desde hace años y para algunos creadores puede ser una tarea importante.

Para consultar esos vídeos antiguos y decidir cuál de estas opciones es la más adecuada para cada creador, se debe entrar en YouTube Studio. Desde el ordenador o la aplicación para móviles el proceso es sencillo. Dentro de la sección de Contenido donde está el listado completo de vídeos subidos al canal debemos filtrar esa lista por Visibilidad y Oculto. 

Después basta con bajar al principio de la lista donde aparecerán los contenidos ocultos más antiguos, los de hace 4 años y veremos si son muchos, si nos conviene activarlos como públicos o si podemos subirlos y enlazarlos de nuevo como ocultos.

Los cambios en Google Drive

Lo mismo ocurre con los archivos que compartimos con Google Drive, la compañía quiere reforzar la seguridad de estos documentos, videos o fotos. Al acceder a un recurso almacenado en la nube mediante un enlace, se activarán una serie de medidas para determinar si ese usuarios tiene permiso para acceder o no. 

Si el usuarios con cuenta de Google ya ha entrado en ese documento con anterioridad, seguirá teniendo acceso y el funcionamiento será el mismo. Por el contrario, si es la primera vez que accede, deberá pedir permiso. 

Google va a enviar un correo a todos sus propietarios de un espacio en Drive para explicar los cambios y el procedimiento. Estos pueden rechazar la actualización de seguridadantes del 13 de septiembre si no están conformes. Para los usuarios de una cuenta Google Workspace, entonces es el administrador de esa cuenta el que decide por todos los usuarios que están a su cargo.