La historia hasta el momento: Elon Musk compra un 9% de Twitter, y se convierte en el socio mayoritario. Después quiere el 100% de Twitter, así que hace una oferta de 44.000 millones de dólares.

Parece que más tarde se arrepiente y quiere cancelar la compra o bajar el precio, porque pide a Twitter que revele cuántas cuentas falsas (bots) tiene. Este es un dato muy sensible, porque todas las redes sociales tienen un porcentaje altísimo de cuentas falsas, que ocultan. 

Twitter se resiste porque no quiere que este dato se haga público, ni quiere dárselo a alguien que aún no es dueño de la compañía. Elon Musk anuncia que retirará su oferta si no obtiene este dato. Hoy, Twitter ha movido ficha. Una jugada maestra.

Según informan Bloomberg y The Verge, Twitter ha decidido abrir a Elon Musk la API que da acceso a su caja fuerte más valiosa: literalmente, todas las cuentas y los tuits escritos en sus 16 años de historia. Musk va a poder ver lo mismo que alguien que se haga seguidor de todas las cuentas que existen en Twitter.

Es una jugada maestra de los directivos de la red social, pero no es lo que pedía Elon Musk. Veremos cómo se lo toma.

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Musk ha acusado a Twitter de romper los términos del acuerdo al no ser transparente, y no revelar cuántas cuentas falsas tiene.

Con este movimiento Twitter ya no puede ser acusada de eso, porque más transparente no se puede ser: le ofrece a su futuro comprador el acceso a todos los tuits y cuentas existentes.

El problema para Musk es que es una información tan inmensa, que le llevará mucho tiempo de análisis y automatización, revisar esos datos y separar las cuentas falsas, los bots y los usuarios reales. Así que seguramente tendrá que tomar una decisión antes de saber cuántas cuentas falsas hay.

Elon Musk se ve a sí mismo como el gran libertador de Twitter, el salvador que abrirá la jaula del pajarito azul asustado, como se ve en la imagen de portada, dibujada por el mísmisimo Elon Musk, y publicada en su cuenta de Twitter.

Para otros, es todo lo contrario: su llegada traerá la anarquía, al "perdonar" a todos los trolls que fueron expulsados, incluyendo Donald Trump.

Será interesante comprobar cómo reacciona a este inteligente movimiento de Twitter.