Las tarjetas gráficas actuales cuestan un riñón y medio hígado, al menos los modelos más potentes. FuryGPU es una tarjeta gráfica de código abierto que puedes construir tú mismo, por menos de 100 euros. No esperes que rinda como una RTX 4090, pero sí lo hará como una tarjeta top de los años 90.

FuryGPU es el proyecto personal de Dylan Barrie, un desarrollador que lleva 14 años trabajando en renderizado de gráficos. Lo sabe todo sobre el software de creación de gráficos en 3D, pero nada sobre el hardware. Es decir, las tarjetas gráficas.

Por esa razón ha dedicado cuatro años, en su tiempo libre, a diseñar una tarjeta gráfica desde cero, usando hardware y software de código abierto. Incluso ha creado los drivers para que funcione en los Windows modernos. "Ha sido la mayor pesadilla", confiesa en su blog.

FuryGPU, la tarjeta gráfica de código abierto

Dylan Barrie ha usado el FPGA de Xilinx Zynq UltraScale+. Un FPGA es una matriz de puertas lógicas programable, es decir, un dispositivo de hardware completamente programable basado en puertas lógicas, que son las operaciones más básicas de la programación informática.

Con este hardware programable ha diseñado la GPU, y la ha acoplado a una placa PCIe, para poder usarla en cualquier PC.

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No tenía ni idea de cómo funciona una GPU, pero lo sabía todo sobre cómo se generan los gráficos a partir de software, para renderizarlos en el chip gráfico. Por eso ha programado su propia GPU desde cero.

Adaptarla al esquema PCIe fue "una tarea hercúlea", según confiesa. Pero lo que más le costó fue crear el controlador de software para que funcionase con Windows.

FuryGPU tiene una potencia equivalente a las tarjetas gráficas más potentes de hace 25 años, así que puede ejecutar Quake y otros juegos de los años 90, a 60 fps, como puedes ver en este vídeo:

Quizá no parezca demasiado, pero es un logro increíble para un solo desarrollador que ha creado todo desde cero.

Tiene pensado ofrecer todos los esquemas, documentos, código del software y drivers a la comunidad, para que todo el mundo pueda construirse su propia tarjeta gráfica, o mejorar el diseño.

FuryGPU, la tarjeta gráfica de código abierto, no puede competir con una tarjeta comercial GeForce de NVIDIA o Radeon de AMD. Pero demuestra que, con los conocimientos y la pasión necesarios, nada es imposible en informática.