Los discos SSD son uno de los componentes más importantes y cruciales de cualquier ordenador, tanto de sobremesa como portátil. Su velocidad de lectura y escritura, infinitamente superior a la de los tradicionales discos duros mecánicos (HDD), marca una diferencia abismal en cuanto a rendimiento general del equipo. 

Arranque instantáneo, carga de aplicaciones en un abrir y cerrar de ojos, fluidez total en el trabajo y el ocio… son solo algunos de los beneficios que aporta este componente. Sin embargo, si quieres aumentar aún más el rendimiento de tu PC con Windows, es posible, y el truco está en que simplemente debes instalar otro SSD.

De esta manera, si tu placa base tiene una ranura adicional para otro SSD NVMe, ya sea un M.2 o SATA, es vital que aproveches este espacio, ya que, de acuerdo con los expertos, tener dos SSD en tu ordenador proporciona muchas ventajas, y hay razones de peso por las que deberías considerar esta opción.

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Las ventajas de tener dos SSD en el PC

Uno de los principales beneficios de tener dos SSD en tu PC es el aumento significativo en el rendimiento. Si bien es cierto que un SSD por sí solo ya ofrece velocidades de lectura y escritura destacables, combinar dos unidades en RAID 0 puede llevar el rendimiento a un nivel aún más alto. 

Esto se traduce en tiempos de carga más rápidos, transferencias de archivos más eficientes y una experiencia general más fluida al utilizar tu ordenador. Puedes configurar para que Windows y las aplicaciones que más uses se alojen en el disco principal, mientras que los archivos multimedia, juegos y demás datos se almacenen en el segundo. 

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De igual manera, gracias a la tecnología RAID 1, puedes configurar tus unidades en espejo, de forma que los datos se dupliquen en ambas unidades. De esta forma, si una de las unidades falla, la otra seguirá funcionando y tus datos estarán a salvo.

La protección de datos es fundamental en cualquier entorno informático. Así que al sumar un disco SSD adicional a tu placa base, puedes implementar estrategias de protección de datos más efectivas. Por ejemplo, puedes cifrar cada unidad por separado y aislar físicamente los datos críticos en una unidad secundaria. 

Actualmente, el precio de los discos duros ha bajado considerablemente en los últimos años, por lo que instalar un par de unidades en tu equipo no tiene que ser una inversión costosa. Además, los beneficios que obtendrás en cuanto a rendimiento, confiabilidad y seguridad compensarán con creces el coste adicional.