El teletrabajo llegó como una imposición para muchas personas. No importaron los sectores, la pandemia obligó a cientos de empresas a mandar a sus trabajadores a casa y coordinar los entresijos de la producción mediante internet.

Muchas personas se vieron por primera vez ante una situación completamente nueva. Y, es que, el teletrabajo no es trabajar en pijama o hacer descansos continuos. Esta modalidad necesidad de una disciplina extrema para ser eficiente.

Puede que ya estéis familiarizados con esta manera de trabajar o que os estéis enfrentando por primera vez a la sensación de no tener al jefe sobrevolando el sector, tanto para unos como para otros hemos decidido facilitaros consejos y trucos.

No es necesario que probéis todos de golpe, de hecho, no es ni recomendable. Lo suyo es intentar los que mejor encajen en vuestra jornada y en la manera en la que tenéis de trabajar. Intentad ser laxos y evitar las frustraciones.

Utiliza solo una alarma y no la pospongas

Lo más complicado de trabajar desde casa y en jornadas de mañana es salir de la cama. Al no tener que ir a la oficina, la sensación de prisa se diluye por completo. El tener el lugar de trabajo el error que se comete es entrar en el último minuto.

El habito a conseguir es utilizar solo una alarma y situarla lo más lejos de la cama, así será obligatorio el tener que salir de la misma para poder apagarla. Estando fuera de cama la jornada ha empezado, el tiempo no es problema y siempre es mejor ir con calma.

No es necesario estar media hora antes conectado en el trabajo, pero si podemos afrontar la jornada con cinco minutos de tiempo sobrante en el que encender el equipo, abrir las pestañas, abrir Spotify y mentalizarse del día a afrontar; pues mejor.

No tengas miedo a la rutina

Este consejo hila con el anterior. La rutina es buena y más cuando se trata de trabajo. Salir de cama, asearse, desayunar y entrar a trabajar puede parecer tedioso, pero al pasar de los días se convierte en otro ritual antes de entrar a trabajar.

El estar cómodo es también importante, pero la comodidad no es trabajar en pijama. Y, aunque parezca difícil de asimilar, la sensación de tener una ropa pensada para el trabajo es capaz de hacer que sea mucho más fácil afrontarlo.

Crea tu espacio y hazlo tuyo

En la oficina cada persona tiene su ordenador y su mesa, esto facilita que a la hora de trabajar estemos familiarizados con el entorno y que el propio entorno nos inste a trabajar. En el hogar esta situación no se da, pues no todo el mundo tiene una oficina.

Pero no es necesario tener una oficina para poder crear un espacio propio, una mesa en un rincón sirve a la perfección. Lo importante es que esa mesa sea la mesa del trabajo en todo momento y que no cambie su funcionalidad.

El contar con un espacio fijo en el que trabajar facilita la concentración y hace que relacionemos mentalmente ese lugar con trabajar. En el peor de los casos con contar con un rincón personal es más que suficiente.

Más tarde no existe, trabaja solo en tu horario

El trabajar desde casa puede activar una mentalidad que no es nada recomendable, dejar lo que no se termina para más tarde y finalizarlo en horario no laboral es una trampa en la que es muy fácil caer y de la que es difícil salir.

Los horarios de trabajo están para ser respetados, el trabajo se ha de realizar a lo largo de esa jornada y si no lo terminas, déjalo para el día siguiente. Trata siempre de no liarte para así no tener que recurrir a tiempo personal a la hora de trabajar.

Las aplicaciones son tus amigas

Existen centenares de aplicaciones a para organizarse y muchas veces se tiende a utilizar todas en conjunto, no lo hagas. Encuentra la que te resulte más cómoda y utilízala siempre, las que recomendamos son To Do, Todoist y Notion.

La tercera es completamente gratis, pero también es la que más bagaje necesita para sacar su máximo potencial. Todoist se puede utilizar sin necesidad de pagar y es recomendable para mantener un seguimiento de todo lo que se hace.

To Do es la más básica de las tres, pero que funciona a la perfección para gestionar tareas sencillas a realizar y metas a cumplir. Es recomendable acompañarlas con algún calendario para así ser consciente siempre de los periodos de entrega.

Invierte en una silla cómoda

De verdad, si las jornadas de ocho horas son sentado lo mejor es contar con una silla cómoda. Lo primero es preguntar si puedes utilizar la de la oficina en el hogar, aunque si prefieres invertir por tu cuenta lo más recomendable es buscar una silla ergonómica.

Y, es que, la postura y la comodidad son puntos importantes a la hora de trabajar. Una buena silla facilitará la concentración porque no resultará incomoda tras largos periodos de tiempo, eso sí tampoco es recomendable estar tanto tiempo sentado.

Lo mejor es tras una hora levantarse y dar un pequeño paseo, este paseo hará que se estiren los músculos y alejará la fatiga del cuerpo. También se pueden realizar estiramientos básicos de tren inferior y superior.

Hazte con una regleta y ten todo a mano

Al trabajar en casa lo suyo es contar con una regleta en la que tener enchufado todo lo necesario para trabajar. Esta regleta es de vital importancia, pues podremos cargar el móvil o los auriculares en caso de que se quede sin batería.

Teniendo todo a mano evitaremos desplazamientos que puedan terminar en pausas prolongadas de las que resulte difícil volver a la hora de concentrase. Además, el contar con una regleta de calidad también sirve para que los dispositivos estén seguros.

Y, es que, al trabajar desde casa siempre estamos en riesgo de que pueda ocurrir una subida de tensión y que eso fría los equipos que utilizamos. Una regleta de confianza puede salvar de esta situación a los dispositivos.