Cuando Microsoft presentó Windows 10, allá por julio de 2015, prometió que este iba a ser el último sistema operativo de la marca porque se iba a cambiar el concepto de sistema operativo como producto, para convertirse en un servicio que se iría actualizando de forma acumulativa sin cambiar de versión.

Sin embargo, el 5 de octubre de 2021, llegó Windows 11 empeñándose en desmentir aquellas palabras de Microsoft. El relevo generacional era inevitable en el sentido más amplio de la palabra, porque con este lanzamiento se ponía fecha de caducidad a Windows 10.

Esta es una práctica habitual en Microsoft y en otros desarrolladores de software, que por simple gestión de recursos, deben dejar de dedicarle tiempo al mantenimiento de los sistemas operativos más antiguos para centrarse en los problemas que puedan surgir en la nueva versión del sistema operativo.

Microsoft dejará de dar soporte oficial a Windows 10 el 14 de octubre de 2025. Dicho así, muchos usuarios pueden pensar que ese mismo día su ordenador dejará de funcionar, pero lo cierto es que nada más lejos de la verdad. Pero es importante tener esta fecha muy en cuenta.

¿Qué significa (y qué no) que Windows 10 no tenga soporte oficial?

Cuando se habla de soporte oficial por parte de cualquier empresa de desarrollado de software, se hace referencia a que la compañía empleará recursos a mejorar sus prestaciones, añadir nuevas funciones  o solucionar cualquier tipo de problema que pueda surgir en él.

Esto llevado a la falta de soporte de Windows 10, significa que Microsoft no va a seguir dedicando recursos a mejorar las funciones o añadir nuevas mejoras en Windows a partir del 14 de octubre de 2025. Por lo que en adelante, ese sistema no evolucionará añadiendo nuevas funciones que mejoren la experiencia de uso como sí ha sucedido desde su lanzamiento,

Echando la vista atrás, el Windows 10 que se presentó en 2015 y el que tenemos actualmente son muy diferentes, pero no lo será a partir de 2025 ya que la compañía fundada por Bill Gates dejará de utilizar recursos para esas mejoras, y se cerrará su canal de actualizaciones de Windows Update para Windows 10.

¿Significa eso que todo dejará de funcionar? En absoluto. De hecho, lo que significa es que todo se mantendrá funcionando como lo hacía justo hasta ese momento, pero no va a mejorar.

Es decir, todos los periféricos y programas que estés usando en octubre de 2025, continuarán funcionando perfectamente en adelante.

Esto tiene sus matices, porque Microsoft no te garantiza que, si en 2026 actualizas a una nueva versión de tu editor de fotografía, del navegador o del editor de texto, este vaya a funcionar correctamente. Y en caso de no hacerlo, la compañía no empleará recursos para corregirlo.

Lo mismo sucede con los nuevos periféricos y accesorios que le puedas conectar a tu equipo. Microsoft garantiza que funcionarán los dispositivos compatibles con Windows 10 que se han presentado durante el tiempo en activo del sistema operativo, pero no con aquellos dispositivos que se han presentado una vez finalizado ese periodo.

No es obligatorio actualizar a Windows 11, pero sí altamente recomendable

Como decimos, a partir de octubre de 2025 tu ordenador no dejará de funcionar y se desintegrará. Funcionará tal y como lo hacía un mes antes, pero por seguridad y por la propia comodidad del usuario, es recomendable actualizarlo a Windows 11.

Si los controladores de esos nuevos dispositivos no son compatibles con Windows 10, no funcionarán como se espera de ellos, o habrá alguna característica que no funcione correctamente, y Microsoft no lanzará ninguna actualización para hacerlo compatible, por lo que te habrás gastado dinero en un accesorio que no podrás usar en tu equipo por no ser compatible.

Otra consecuencia importante de la pérdida de soporte de Windows 10 es que se dejan de recibir actualizaciones de seguridad desde Windows Update para su antivirus y, por tanto, el equipo se vuelve más vulnerable ante nuevas amenazas y crece el riesgo de sufrir ataques informáticos por brechas de seguridad que no se van a solucionar.

Trayectoria de Microsoft está llena de curiosidades con respecto a la pérdida de soporte de un sistema operativo, y como los usuarios son reacios a cambiar de sistema. Por poner un ejemplo, Windows XP dejó de tener soporte en 2014 y todavía hay una pequeña cuota de usuarios que continúa usándolo casi una década después de finalizar su suporte oficial.

Lo mismo sucede con Windows 7 que dejó de tener soporte oficial en 2020 pero que, la gran cuota de mercado que seguía teniendo en 2023, obligó a la compañía a lanzar un paquete especial de actualizaciones para no poner en jaque la seguridad de los usuarios.