Los discos duros son los dispositivos que almacenan toda la información que generamos y consumimos en Internet. Cada vez que enviamos un correo, editamos un documento o hacemos una foto, los datos se guardan en alguno de los millones de servidores que hay repartidos por el mundo. 

Estos servidores, que forman lo que llamamos la nube, se alojan en centros de datos que ocupan enormes superficies y consumen mucha energía. Pero la nube no es eterna. Cada tres o cinco años, las empresas que gestionan los centros de datos renuevan sus equipos y se deshacen de los antiguos. 

¿Qué hacen entonces con los discos duros que ya no usan? La respuesta más habitual es destruirlos. Cada año, compañías como Amazon o Microsoft, así como bancos, policías o gobiernos, trituran millones de discos duros en nombre de la seguridad de los datos.

El proceso es simple: se lleva un camión a la puerta del centro de datos, se cargan los discos duros y se los introduce en una máquina que los reduce a pedazos. Así se evita que nadie pueda acceder a la información que contienen. Pero también se desperdician recursos valiosos y contaminantes que podrían ser reutilizados o reciclados.

Los discos duros en las grandes empresas solo tienen una vida

Muchos expertos consideran que esta práctica es innecesaria e insostenible. Aseguran que existe una alternativa mejor y más ecológica para eliminar los datos: usar un software que los borre de forma segura y definitiva. De esta forma, los discos duros podrían venderse en el mercado secundario y prolongar su vida útil.

“Desde el punto de vista de la seguridad de los datos, no es necesario triturar”, dice Felice Alfieri, un funcionario de la Comisión Europea que ha elaborado un informe sobre cómo hacer más sostenibles los centros de datos y promueve el “borrado de datos” en lugar de la destrucción de dispositivos.

El borrado de datos consiste en sobrescribir la información con otros datos aleatorios o cifrados, lo que hace imposible su recuperación. Este método es más económico y ecológico que la trituración, pero también más lento y menos seguro. Algunas empresas prefieren optar por el borrado físico, aplican un campo magnético intenso sobre el disco duro, lo que lo deja inservible.

Sin embargo, tanto el borrado lógico como el físico permiten reutilizar o reciclar los discos duros, lo que supone un ahorro de costes y una reducción del impacto ambiental. Según un estudio del Instituto Fraunhofer, reutilizar un disco duro puede ahorrar hasta 20 veces más energía y emisiones que fabricar uno nuevo.

Por eso, cada vez más empresas están apostando por esta opción. Por ejemplo, Google ha anunciado que borrará y reciclará todos sus discos duros para 2022. Otras compañías como Facebook o IBM también están explorando formas de reutilizar sus equipos antiguos.

En definitiva, los discos duros son unos dispositivos muy valiosos que no debemos tirar ni acumular sin más. Lo ideal es borrarlos o reciclarlos siempre que sea posible, pero sin olvidarnos de borrar nuestros datos de forma segura y responsable. Así podremos proteger nuestra privacidad y contribuir al cuidado del medio ambiente.