Japón quiere aterrizar en la Luna con la precisión de un francotirador
JAXA
Parece que hoy en día no eres nadie, si no pones un rover en la Luna. Después de Estados Unidos, la Unión Soviética, China y la India, el próximo quiere ser Japón.
El 7 de septiembre despegó con éxito la misión de XRISM / SLIM de Japón, una original puesta en escena con objetivos muy interesantes. Va a estrenar una tecnología que han llamado Francotirador de la Luna, pues quiere aterrizar exactamente en el lugar asignado, sin desvíos.
El cohete H-IIA F47 despegó a las 8:42:11 de la mañana (hora japonesa) del Centro Espacial de Tanegashima, en Japón. Ya se encuentra en la órbita correcta rumbo a la Luna, según ha confirmado la Estación de Control de Maspalomas, en las Islas Canarias.
Es la primera vez que vemos una misión a la Luna con dos fases diferentes. En la primera parte de la misión, llamada XRISM, se ha puesto en órbita un satélite en la Tierra. Y ahora tiene lugar la misión SLIM (Módulo de aterrizaje inteligente para investigar la Luna, de sus siglas en inglés), con el objetivo de tomar tierra con una precisión absoluta.
Una forma más precisa de aterrizar en la Luna
"El gran objetivo de SLIM es conseguir aterrizar donde queramos en la superficie lunar, en lugar de aterrizar donde podamos", ha dicho Hiroshi Yamakawa el Presidente de JAXA, la agencia espacial japonesa, en rueda de prensa. Es más fácil decirlo, que hacerlo...
Aterrizar en la Luna es muy complicado (que se lo digan a Rusia). Los módulos de aterrizaje son vehículos muy pequeños que pesan poco. La Luna tiene poca gravedad, así que es difícil frenar, y el suelo está lleno de cráteres y rocas.
Cualquier pequeño desvío en el descenso de unos milímetros en la órbita, o unas décimas de segundo en una maniobra, puede hacer que el módulo se estrelle. En el mejor de los casos, que aterrice a unos kilómetros del lugar designado.
Actualmente, esa es la precisión del aterrizaje lunar: unos kilómetros de margen. Es un problema importante, porque los rover lunares son vehículos que se mueven muy despacio, del orden de centímetros al día, y aterrizar a un kilómetro del lugar elegido, puede hacer que el rover tarde meses en llegar allí, si es que puede.
La misión SLIM de la JAXA quiere reducir el margen de aterrizaje a menos de 100 metros, todo un logro.
Para ello va a utilizar una aproximación completamente distinta a lo habitual, describiendo una parábola casi paralela al suelo, a 7 Kilómetros de altura, para finalmente realizar un brusco giro en el lugar exacto. Aquí puedes verlo:
Es un aterrizaje complicado y muy ambicioso. Algo que sorprende, teniendo en cuenta que la JAXA ya realizó un aterrizaje fallido en la Luna hace unos años. Pero si lo consigue, puede inaugurar una nueva forma de aterrizar en otro planeta.
Esta precisión es muy importante, ahora que las nuevas misiones tienen objetivos precisos, como encontrar agua, que solo se da en lugares concretos.
La misión de XRISM / SLIM de Japón quiere aterrizar en la Luna con la precisión de un francotirador. Pero aún tardaremos en comprobarlo. No llevará a cabo la maniobra hasta 2024.
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Descubre más sobre Juan Antonio Pascual Estapé, autor/a de este artículo.
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