Un usuario ha creado una impresora 3D capaz de producir prácticamente todos los componentes necesarios para autorreplicarse. 

El campo de la impresión 3D continúa evolucionando y ampliando sus aplicaciones. Ya hemos visto que se pueden emplear en el mundo de la moda, en la arquitectura y construcción, en medicina, para elaborar alimentos e, incluso, para "clonar" personas. 

Una de las aplicaciones de la impresión 3D más interesantes para diferentes sectores se centra en la capacidad para fabricar componentes, piezas y herramientas que permiten construir o reparar otras máquinas.

Un buen ejemplo de este tipo de aplicación lo muestra el uso que se le está dando a estos dispositivos en la Estación Espacial Internacional, donde utilizan la impresión 3D para fabricar herramientas y otros objetos que no tienen en la nave, lo que ahorra las largas esperas para recibir suministros. 

Con esta aplicación en mente, un usuario de la comunidad online Instructables ha desarrollado la Long Bed Printed 3D Printer, una impresora 3D que puede imprimir prácticamente todos los elementos que la componen.

Este usuario lleva trabajando desde el año pasado en una impresora 3D autorreplicable. Little Red fue su primer prototipo, que estuvo listo en diciembre de 2014, y que demostraba que una impresora fabricada en plástico era funcional. 

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Para añadir la capacidad de reproducirse, el desarrollador tuvo que ampliar las dimensiones de la máquina, y el resultado de su trabajo ha sido el prototipo de la Long Bed.

Casi todos los componentes se han imprimido en un material plástico, salvo algunas piezas mecánicas, como los motores o los chips. El diseño está realizado en un filamento de 3 mm. de grosor y la impresión de todos los elementos lleva varias horas. 

El creador de la Long Bed continúa trabajando en la mejora del diseño y las funcionalidades de esta impresora 3D autoreplicable. Puedes seguir los pasos necesarios del proceso de fabricación en Instructables.

[Fuente: 3DPrint]