Los jugadores de videojuegos son conocidos por ser muy exigentes con el hardware que utilizan y eso lo sabe perfectamente la taiwanesa Asus, quinta marca mundial en ventas y una de las que más solera tiene en el mercado gaming gracias a su marca ROG, Republic of Gamers, desde el 2006.

Por ello no solo ofrecen una opción si lo que buscas es un portátil gaming y optan por segmentar su catálogo. Además de su buque insignia Asus ROG Strix SCAR 17, lanzado recientemente y que probó mi compañero Abraham Andreu, la marca no se queda ahí y ofrece más opciones para que todo el mundo encuentre lo que busca.

La última novedad no se ha hecho esperar mucho y este año la marca ha lanzado también el nuevo Asus ROG Zephyrus G16 (2024), otro portátil gaming de la gama más alta aunque con un enfoque híbrido, tanto en videojuegos como en la creación. Se anunció a principios de año en el pasado CES de Las Vegas y ya se puede comprar en España a partir de 2.299 euros.

He tenido la ocasión de probar durante las últimas dos semanas el portátil gaming Asus ROG Zephyrus G16 de 2024 y me ha conquistado por su potencia a raudales, que supera todo lo que había analizado hasta ahora, y un diseño futurista pero no excesivamente llamativo que además me ha sorprendido por no ser tan pesado como esperaba.

Análisis del portátil gaming Asus ROG Zephyrus G16 (2024):

• Características del Asus ROG Zephyrys G16 (2024)
• Diseño y conectividad: es un híbrido entre gaming y profesional llamativo pero elegante
• Pantalla: su panel OLED es de sus grandes atractivos
• Rendimiento: potencia y gráfica de sobra, aunque con un pero
• Software: muy gaming y personalizable
• Conclusión: ¿merece la pena comprar el Asus ROG Zephyrus G16 (2024)?

Características del Asus ROG Zephyrus G16 (2024)

Un diseño bastante compacto y discreto que no se olvida de ser gaming añadiendo una tira led en la trasera

Asus ha apostado en este portátil de la serie Zephyrus por un diseño que busca convencer tanto a jugadores de videojuegos como a profesionales creativos.

Sus bordes son prácticamente rectos, sin las formas afiladas y agresivas y llenas de luces típicas de otras series más puramente gamers como las SCAR. Solo por la trasera y la parte inferior se ven sus potentes ventiladores, y además la bisagra está oculta. 

Sus materiales metálicos (100% aleación de aluminio) hacen que sea un híbrido entre ultraligero y PC gaming y además que parezca más sólido y resistente. Algo que me ha gustado solo con un pero: en el color gris oscuro que he probado tienden a quedarse marcadas las huellas de los dedos y cuesta bastante limpiarlas solo con una gamuza.

Todo esto ayuda a conseguir un diseño relativamente compacto para ser un portátil gaming de 16 pulgadas: sus 1,64 centímetros de grosor me parecen razonables, como también creo que lo son sus 1,85 kilos de peso. 

Su adaptador de carga de gran tamaño hace que el conjunto pese más de 2 kilos, pero cuando lo he llevado en una mochila no me ha parecido excesivo ni me ha molestado en la espalda.

La mayor novedad con respecto al anterior Zephyrus G16 es que este modelo de 2024 ha incorporado una tira de luz en diagonal en la parte trasera que brilla con patrones diferentes y personalizables cuando activas el modo de alto rendimiento. Estas luces se añaden al teclado RGB retroiluminado, un must en todo PC para videojuegos, con efecto Aura.

En cuanto a la conectividad y los puertos, también se nota que Asus apuesta por contentar no solo a gamers sino también a usuarios más convencionales y creativos atraídos por su potencia, a los que tampoco creo que les falte nada con esta bestia.

Los puertos están en los laterales para que sea más fácil acceder a ellos –no en la trasera como en la serie SCAR– e incluyen un cargador rectangular, HDMI, 2 puertos USB, un puerto USB tipo C, otro Thunderbolt, un puerto jack de 3,5 mm para auriculares con cable e incluso el detalle para profesionales de la ranura para tarjeta SD que consigue evitarte tener que usar un adaptador o hub en muchas tareas.

El portátil gaming de Asus cuenta también conectividad inalámbrica a través de Wi-Fi 6E –sin WiFi 7 de momento, aunque la ausencia de routers hace que esto no sea un problema– y Bluetooth 5.2. Quizá se habría agradecido un puerto Ethernet pero aquí no se incluye, probablemente para no hacer más grueso el diseño.

Su pantalla OLED es un espectáculo de color e imagen fluida con sus 240 Hz

Uno de los grandes atractivos del Asus ROG Zephyrus G16 de 2024 es sin duda su pantalla, para la que la marca ha optado por un panel OLED, la misma tecnología que los móviles y televisores de gama alta.

La pantalla hace que sea totalmente innecesario plantearse buscar un monitor externo gracias a una calidad que me ha parecido de lo mejor que he visto en un portátil gracias a la buena resolución (2560 x 1600) y reproducción del color, negros profundos y un brillo no especificado en nits pero que me ha parecido bastante alto (suele ser el problema del OLED frente al LCD).

Con un factor de forma de 16:10, es un panel más cuadrado pensado no solo para jugar sino también para trabajar y tener más espacio de scroll, pero no se olvida de guiños a los gamers como una imagen fluida de 240 hercios, algo que se nota mucho en el movimiento cuando juegas a un videojuego, con un tiempo de respuesta de apenas 0,2 ms que es imperceptible.

No quiero olvidarme del sonido porque me ha impresionado para bien tanto en calidad como en potencia.

Con sus 4 altavoces (hasta 6 en los modelos más caros) y 2 tweeters Dolby Atmos que se sitúan a ambos lados del teclado y del enorme trackpad, no solo logra un efecto nítido y muy inmersivo que te mete dentro de los juegos y vídeos que ves, sino que además logra un volumen máximo altísimo que sorprende porque apenas se distorsiona.

Es lo más potente que puedes pedir a un portátil hoy pero podría mejorar en ventilación

Por hardware, el Asus ROG Zephyrus G16 (2024) es con gran diferencia el portátil más potente que he probado hasta el momento y los componentes que tienen me han sorprendido por ser de la gama más alta posible y por un rendimiento espectacular.

Su rapidez es notable gracias al uso de la CPU Intel Core Ultra 9 185H, uno de los procesadores más potentes de la última serie lanzada por la marca estadounidense. La experiencia ha sido buena pero ha quedado un poco por debajo de lo que esperaba en los benchmarks frente a los chips AMD Ryzen 9. 

Con 16 núcleos y 22 hilos, si hay algo en lo que verdaderamente destaca es en las tareas que requieren varios hilos como en la edición gráfica o de vídeo, donde el renderizado es fundamental. En las pruebas de un solo núcleo, más importantes para videojuegos, quizá esperaba algo más ya que le superan otros modelos de Asus y Razer.

Pero donde verdaderamente destaca el portátil de Asus en las tareas gráficas gracias al uso de la tarjeta o GPU más potente del momento: RTX 4090.

Esto permite que sea una bestia no solo para editar vídeos de elevada resolución en Premiere o Final Cut, pero también me ha permitido jugar a videojuegos exigentes como Far Cry 6 o Hellbalde: Senua's Sacrifice con HDR y siempre por encima de los 100 FPS, con un rendimiento e imagen muy fluidos.

No obstante, he tenido algún que otro problema puntual que me ha obligado a bajar la resolución en videojuegos determinados como Ori and the Will of the Wisps, que no es de los más exigentes ni recientes pero que al máximo funcionaba demasiado a tirones.

Otro aspecto en el que esperaba algo más en un portátil gaming de la gama más alta es la refrigeración. Tiene un sistema Arc Flow de 2ª generación con dos ventiladores más otro auxiliar y metal líquido con una cámara de vapor que promete funcionar a 0 dB en muchos casos.

Aunque navegando solamente el ordenador sí es silencioso, en cuanto activas un videojuego o incluso inicias una descarga sí que empieza a oírse. Además la ventilación en la parte inferior hace que se caliente mucho y que pueda ser excesivo si eres de los que juega con el portátil en el regazo. 

Tampoco destaca en autonomía, aunque sin llegar a fallar. Su batería de 90 WHrs de 4 celdas es correcta si solo navegas o usas apps no muy pesadas, pero se descarga en unas horas si lo que haces es jugar a videojuegos potentes. Su adaptador de carga es bastante grande y pesado, pero al menos carga rápida gracias a sus 200W.

Software muy gaming y personalizable

Asus es conocida por cuidar a los gamers en este tipo de ordenadores y el ROG Zephyrus G16 (2024) no es una excepción en este sentido, con un software que sí se nota muy pensado para videojuegos y su público.

Como en el resto de modelos recientes la app que lo controla todo es Armoury Crate, con infinidad de posibilidades para monitarizar el rendimiento en videojuegos y que te permite personalizarlo prácticamente todo.

Una opción es cambiar la iluminación del ordenador, tanto del teclado como de la barra de leds trasera –pese a no ser la más llamativa puedes conseguir que parezca una discoteca–, el teclado con Aura Sync o el modo de rendimiento que estás usando, que se ajusta automáticamente pero se puede cambiar. Solo le pediría ser un poco más intuitivo cuando lo usas por primera vez y no requerir cuenta de Asus para poder usarse.

En el resto, el dispositivo funciona con Windows 11, un sistema ya de sobra conocido que se integra a la perfección con las aplicaciones desarrolladas por la propia marca, y con el que puedes hacer lo necesario si eres un usuario no gamer.

Conclusión: ¿merece la pena comprar el Asus ROG Zephyrus G16 (2024)?

Como has podido ver, el Asus ROG Zephyrus G16 (2024) es un ordenador portátil gaming que no ahorra en nada, y esto lógicamente se traslada a su precio.

Aunque arranca desde los 2.299 euros, si quieres la gráfica RTX 4090 y no versiones más baratas de NVIDIA puede que te tengas que ir a modelos que superan los 4.000 euros de precio recomendado.

Por su precio de partida, además teniendo en cuenta que seguramente bajará de precio a lo largo del año, el Asus ROG Zephyrus G16 (2024) me parece una opción perfecta en relación calidad precio, con características gaming muy interesantes por un precio razonable. Aunque lógicamente si quieres lo mejor tendrás que pagarlo.

Al mismo tiempo, me parece un PC capaz de convencer gracias a su diseño moderadamente compacto y su pantalla de enorme calidad a los profesionales y creativos que busquen un equipo de la máxima potencia para el trabajo pero en un chasis discreto que no llegue a causar vergüenza cuando lo vea su jefe o un cliente.