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Me he cambiado de Android a iOS: mi experiencia con un sistema operativo al que no estoy acostumbrado

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Foto del redactor Abraham AndreuFoto del redactor Abraham Andreu

Redactor Tecnología

Cada usuario ha de elegir el sistema operativo que le convenga, sobre todo dependiendo de otros dispositivos tecnológicos que tenga para conectar, el dinero que quiera invertir y las funcionalidades a las que accederá después.

En mi caso, siempre he sido usuario de Android desde que tengo memoria; ni siquiera di el paso a BlackBerryOS, que luchó frente a gigantes como iOS y el de Google, aunque sí he tenido ocasión de probar algunos de Apple.

Al menos en lo que se refiere a un iPod nano de quinta generación que, en aquella época, llegaba a costar 169 euros –recuerdo la cifra exacta por lo elevada que era en aquel entonces–. 

No obstante, más allá de pruebas con móviles ajenos, nunca había entrado en detalle a utilizar iOS. En este sentido, he de decir que he usado una de las últimas versiones a la fecha de este artículo, iOS 17.0.3.

Secretos Android

Ya desde el principio, se agradece que Apple actualice periódicamente su sistema operativo y ofrezca varios años de las mismas, algo que en Android suele limitarse a 4 años.

Ahora bien, la diferencia ya queda clara desde el número de usuarios que utilizan ambos sistemas operativos: Android tiene una cuota de mercado del 72% frente al 17% de iOS, según los resultados del segundo trimestre de 2023 de Counterpoint.

De momento, el sistema operativo para móviles de Google se mantiene gracias a la mayor oferta de dispositivos y precios; al contrario, el ecosistema de Apple es algo más cerrado.

Me he cambiado de Android a iOS, un sistema operativo al que no estoy acostumbrado. Esta ha sido mi experiencia.

El lío con la personalización y las aplicaciones

Una de las cuestiones que más me ha llamado la atención de iOS es la escasa o casi nula capacidad de personalización con la que cuenta. A su favor, claro, está la mayor facilidad de uso, al no tener que andar retocando nada de la interfaz.

Por el contrario, Android tiene casi tantas capas de personalización como fabricantes de este sistema operativo. Por ejemplo, en Motorola, la capa My UX en sus últimas versiones permite agrandar o editar el tamaño de los widgets del menú principal.

Con el iPhone, esto ha sido imposible. Lo único que sucede cuando realizas los gestos de personalización de Android es la entrada a una ventana en la que puedes quitar –y no agregar– aplicaciones.

 

En este sentido, me ha resultado imposible cambiar el nombre de las carpetas –que se unen automáticamente en base a la finalidad de las diferentes apps–, que en Android es tan fácil como mantener pulsado cierto tiempo el título de las mismas.

Precisamente, las apps son unas de las mayores diferencias que he podido encontrarme al cambiar de Android a iOS. La primera pregunta era obvia: ¿por qué no puedo descargar una apk en iOS? ¿Y si necesito esa aplicación?

Rebuscando entre los tutoriales de Computer Hoy, me he topado con que la única forma de instalar apps que no están en la tienda del iPhone implica un proceso que, en Android, se soluciona con una lista fiable de apks.

Ahora bien, las aplicaciones suelen llegar antes a iOS. Como AnTuTu, una app destinada a analizar el rendimiento de dispositivos, que en la App Store se encuentra disponible, mientras que en Android solo se puede descargar la apk desde la página oficial.

Por este y otros motivos, a pesar de que Android gana en personalización y número de aplicaciones disponibles de forma no oficial, iOS parece más seguro: el bloqueo de este tipo de apps también es una barrera de entrada a un posible malware.

Aunque, sin duda alguna, una de las mejores funciones de Android que he echado en falta en iOS es la facilidad de acceder a Google Discover.

Echo de menos Google Discover

De vez en cuando, desde que llegó a Android, siempre utilizo Google Discover para informarme de las noticias más importantes del momento entre los intereses que Google ha decidido que son mis favoritos –aunque se pueden eliminar o agregar a gusto del usuario–.

Al desplazar hacia la izquierda en un iPhone, la ausencia es más que evidente: en Android, aparecería Discover; en iOS, otra pantalla de widgets personalizables que no ha terminado de convencerme, ya que no ofrecen información adicional.

Eso sí, Apple no prohíbe el uso de Google Discover, aunque sí da más pasos para llegar a este él, accesible desde su propia web o tu cuenta personal de Google. Pero sea como sea, ese menú izquierdo se siente vacío en iOS.

Por lo demás, las diferencias han sido casi mínimas. Al principio, puede que ambos sistemas operativos fueran extraños entre ellos, pero a día a de hoy parecen tener muchas más similitudes.

Como conclusión, no creo que pudiera recomendar un sistema operativo por encima del otro, ya que depende sobre todo de los gustos personales y del rango de precios del que dispongas. Lo único que puedo aconsejarte es que pienses bien la elección, puesto mudarse de uno a otro puede ser difícil.

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Redactor Tecnología

Soy redactor de Tecnología en Axel Springer España. Me encontrarás analizando productos, en vídeos y escribiendo reportajes del sector tecnológico.

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