Logo Computerhoy.com

Apple está dejando en ridículo a la industria de los PC tradicionales

Mac Mini M2

Apple revolucionó la industria de los semiconductores a finales de 2020 con sus nuevos Apple Silicon, unos procesadores que han puesto contra las cuerdas a la industria de los semiconductores tal y como la conocíamos.

El 17 de noviembre de 2020 se creó un cambio de paradigma en el segmento de los ordenadores portátiles y, evidentemente, personales. Desde hacía muchos años, si queríamos potencia sabíamos que íbamos a sacrificar autonomía. Los procesadores de AMD e Intel son, actualmente, auténticas bestias en tareas pesadas, pero también exigentes con la batería.

Si queríamos procesadores que cuidaran la batería y nos permitieran estar 4-5 horas lejos del enchufe, había que optar por opciones de bajo consumo de esos procesadores que, la inmensa mayoría de las veces, no permiten tener un buen rendimiento en tareas pesadas.

Sin embargo, en noviembre de 2020 Apple introdujo el M1 y, sin miedo a equivocarme, fue una revolución. Y todo gracias a su arquitectura ARM. Sí, habíamos tenido ordenadores portátiles con esa arquitectura antes, pero Windows + ARM no funciona excesivamente bien fuera del modo Windows S y, además, hay muchísimas aplicaciones que no son compatibles.

Con los M1 de Apple Silicon, Apple consiguió unir potencia, buena eficiencia energética y, además, englobó el hardware con un software -Rosetta 2- que traduce las aplicaciones no nativas para ARM para que puedan funcionar sin problemas. Por tanto, era eficiente, rendía bien y, además, era compatible con prácticamente todas las apps que teníamos.

Como nueva arquitectura y hecha a medida para sus ordenadores, muchos nos preguntamos… ¿dónde está el límite? ¿Cuánto podrán escalar generación tras generación? Bien, pues tras los M1 Max/Pro de sus MacBook Pro de 14” y 16” (se llevaron nuestro premio 202o a la innovación tecnológica, por cierto), solo quedaba ver qué tal se desenvolverían en sobremesa. Y vaya, van a poner contra las cuerdas a Intel, AMD y… Qualcomm.

Y todo esto lo digo porque ya habíamos visto que los M1 Max y M1 Ultra del Mac Studio eran auténticas bestias en rendimiento, capaces de satisfacer las capacidades creativas de profesionales del 3D o el vídeo. Sin embargo, es cierto que eran equipos caros y que no estaban al alcance de todos.

Con el Mac Mini con M2 anunciado la semana pasada, la cosa cambia. El M2, la verdad, no es muy superior al M1, eso ya lo vimos en el análisis del MacBook Air del año pasado, pero la novedad de este Mac Mini es que se puede comprar con el SoC -System on Chip- M2 Pro. Y, amigo, la cosa cambia.

Simplemente fíjate en la tabla en la que puedes ver el resultado de diferentes test de rendimiento para ver que, tanto en GPU como en CPU, el Mac Mini está a la altura de sus supuestos hermanos mayores:

Mac Mini M2 ProMac Studio M1 MaxMacBook Air M2 2022MacBook Pro M1 Pro 2021 (10 núcleos)MacBook Pro M1 2020MacBook Air M1 2020
GeekBench 5 (Single | Multi)1.963 | 15.0461.717 | 12.6591.888 | 8.9551.765 | 12.2461.739 | 7.6711.738 | 7.670
3D Mark Wild Life Extreme9.991 | 59,8 fps10.020 | 60 fps6.741 | 40,4 fps10.410 | 62,3 fps4.895 | 29,3 fps4.962 | 29,7 fps
Cinebench R23 (Single | Multi)1.646 | 14.7361.536 | 12.2601.602 | 6.9741.531 | 12.2881.512 | 7.6361.494 | 6.659

Que sí, que son muy potentes y demás, pero te estarás preguntando por qué Intel tiene que temblar por esto. Bien, pues porque el Mac Mini con M2 Pro parte de los 1.569 euros, que es un precio muy, muy bueno para un producto capaz de editar 4K60 HDR sin necesidad de proxys, por ejemplo, y porque se está demostrando que la escalada en potencia es bestial generación tras generación sin afectar, demasiado, a la autonomía.

Ahora mismo, tengo la sensación de que Apple está bastantes pasos por delante de los que dominaron la industria de los procesadores durante décadas y, además, que estos no saben muy bien cómo reaccionar.

Se están haciendo esfuerzos, hay uniones entre AMD e Intel con otras empresas y creo que más pronto que tarde se pondrán a hacer procesadores basados en ARM para intentar entrar en un mercado que ya no es el de los ultrabook, sino el de la industria de los ordenadores personales en general.

Y luego está Qualcomm, líder indiscutible en el segmento de los móviles, pero que en portátiles no está brillando no tanto por sus procesadores, que un poco también, sino porque el software (Windows en este caso) no acompaña.

Y, al final, el éxito de Apple y su arquitectura está ahí: fabrican sus procesadores para su sistema operativo y pueden optimizar todo a la micra. En un PC tradicional, Intel/AMD se tienen que poner de acuerdo con Microsoft, Nvidia, fabricantes de almacenamiento, de RAM y de otros componentes para lograr igualar a Apple en este sentido, y eso es muy, muy complicado de lograr.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Computerhoy.