Cuando visitas el sitio web de Apple, aunque probablemente no te hayas dado ni cuenta, es posible que algunos hayan notado algo un tanto extraño: la falta de signos de exclamación en sus textos. Teniendo en cuenta lo útiles que resultan a la hora de promocionar productos y ganar impacto, seguramente te preguntes, ¿por qué hacen esto? 

La respuesta es más inteligente y realmente lógica de lo que piensas. El ADN de Apple, como ya muchos saben y perciben, se caracteriza por su estilo minimalista y funcional, que se refleja en todos los aspectos de su marca, desde el diseño de productos hasta la presentación en su sitio web. 

Este enfoque al final bastante coherente ayuda a establecer la identidad de la marca, perdurando durante el tiempo y contribuyendo a ofrecer una experiencia de usuario única y diferente. En pocas palabras, en lugar de recurrir a la exageración para llamar la atención, Apple prefiere resaltar la calidad y el valor de sus productos de manera más sutil, pero que, al final, acaba teniendo el mismo impacto.

Los de Cupertino que claro que centran su atención en lo esencial: sus productos y cómo pueden mejorar la vida de los usuarios. Al evitar el uso de exclamaciones, Apple transmite un mensaje de confianza y seriedad, reforzando de una forma totalmente psicológica y sin que te des cuenta la percepción de calidad de un iPhone, por ejemplo.

¿Por qué se usan tanto las exclamaciones? ¿Qué efecto tienen en los clientes?

Algunos expertos en marketing —centrando el tema en el sector tecnológico— utilizan signos de exclamación en sus webs con la intención de captar la atención de los usuarios y potenciales clientes. Se cree que al añadirlo a sus mensajes, estos se vuelven más llamativos y persuasivos, lo que puede llevar a generar una necesidad.

Al final se espera lograr con su uso crear una sensación de urgencia, emoción o énfasis en el mensaje que se transmite, dejando entrever al usuario lo importante de este, lo que puede motivarlos a realizar una acción deseada, como realizar una compra o suscribirse a un servicio.

A diferencia de otras marcas que sí que pueden dependen algo más de tácticas de marketing llamativas para captar la atención, Apple confía en la fuerza intrínseca de sus productos y su experiencia para destacarse en el mercado y funciona. Esta estrategia, al final, se enmarca perfectamente con los valores de la compañía, que valora la autenticidad, la innovación y la calidad por encima del mero alboroto en publicidad.