El verano se acerca con fuerza aunque algunas lluvias digan lo contrario y surgen problemas con los dispositivos que se calientan demasiado y experimentan fallos continuos debido a una exposición al sol. Uno de los casos que siempre llama la atención en el de los ordenadores MacBook de Apple.

Jason England, de LaptopMag, ha compartido recientemente su experiencia con una MacBook que se sobrecalentó, llegando al punto de tener que escribir en su móvil mientras el ordenador se enfriaba en la nevera. 

Según cuenta, la MacBook alcanzó una temperatura máxima de 78 grados antes de apagarse, la batería se agotó rápidamente y el teclado se calentó tanto que resultaba hasta incómodo tocarlo. 

Menciona que la parte inferior de MacBook Pro, en concreto, estaba extremadamente caliente y que el dispositivo tardó mucho tiempo en encenderse de nuevo después del apagado. Aunque se recuperó tras pasar un tiempo en la nevera, ya te puedes imaginar que este tipo de situación no es ideal para un ordenador.

Mejores docks USB-C para los MacBook que puedes comprar

Crónica de una muerte anunciada

Pese a que todo depende del modelo y cuánto tiempo esté expuesto el dispositivo al sol, sí es cierto que existen algunos puntos en contra —por así decirlo— de los MacBook:

1. Diseño del dispositivo: estos ordenadores tienen un diseño delgado y compacto que no permite una gran disipación del calor interno. Por lo tanto, el calor generado por los componentes internos, como el procesador y la tarjeta gráfica, puede acumularse más fácilmente en el interior del dispositivo. Si a esto le suman una alta temperatura exterior, se complica.

2. Materiales de fabricación: los materiales usados en los MacBook, como el aluminio, pueden absorber y retener el calor más que otros, lo que puede hacer que la temperatura interna del dispositivo aumente rápidamente cuando se expone al sol.

3. Ventilación limitada: si a todo esto le sumas que el dispositivo se encuentra en un entorno con poca circulación de aire, como encerrado en una funda o sobre una superficie que no permite una mínima ventilación, es más probable que se caliente muy rápido.

Evita el sobrecalentamiento por temperatura externa con estos consejos

Para evitar problemas de calentamiento, es recomendable prevenir antes que curar, por lo que no deberías exponer el ordenador directamente a la luz solar —sobre todo del verano— durante largos períodos, utilizarlo en áreas con buena ventilación, colocarlo sobre una superficie que permita la disipación del calor y evitar bloquear las zonas de ventilación. 

También es aconsejable cerrar las aplicaciones innecesarias y utilizar una base de refrigeración adicional si se prevé un uso excesivo o exigente del dispositivo si, por ejemplo, te dedicas a trabajar con este en el exterior.