Los propietarios de los recientes iPhone 14 y iPhone 14 Pro ya están expresando su preocupación y enfado por la degradación demasiado temprana de la batería en sus dispositivos.

Algunos usuarios han compartido en redes sociales que, en menos de un año de uso, sus smartphones han experimentado una caída enorme en la capacidad de la batería. Sam Kohl de AppleTrack tuiteó que su iPhone 14 Pro había disminuido al 90% de su capacidad original, un deterioro más rápido en comparación con modelos anteriores. 

Esta situación sin duda y de nuevo plantea bastantes dudas sobre la calidad y durabilidad de las baterías en los dispositivos más recientes de Apple. 

A pesar de que la compañía afirma que las baterías de iPhone deberían retener hasta el 80% de su capacidad original después de 500 ciclos completos de carga, varios propietarios están viendo números inferiores en un período de tiempo mucho más corto.

Las quejas no solo se limitan al rendimiento de la batería, sino que también resaltan la preocupación por los altos costes de reemplazar la batería en los dispositivos fuera del período de garantía. 

En el pasado, el precio de reemplazo de la batería se incrementó de 69 dólares a 99 dólares, lo que ha llevado a considerar opciones de reparación de terceros o soluciones caseras, que normalmente no salen como se esperaba.

Aunque algunos propietarios han compartido su experiencia con respecto a la capacidad de batería en Twitter (ahora X), Apple aún no ha respondido oficialmente a estas preocupaciones. Sin embargo, la compañía está a punto de lanzar la serie iPhone 15, lo que podría indicar que Apple quizá tenga pendiente abordar estos problemas en futuros modelos —aunque si piensas mal, pueden venir otras ideas a la cabeza—.

¿Un nuevo "batterygate" en Apple?

Para contextualizar, explicar que este "evento" hace referencia a un escándalo que surgió en 2017 relacionado con el rendimiento de los iPhones más antiguos y la degradación de la batería en esos dispositivos. 

Se descubrió que Apple había implementado una característica en ciertas versiones de su sistema operativo iOS que ralentizaba intencionalmente el rendimiento de los iPhones más antiguos para prevenir apagados inesperados en situaciones de alta demanda de energía. 

En lugar de permitir que el dispositivo se apague repentinamente debido a la insuficiente capacidad de la batería, iOS reducía el rendimiento del procesador para evitar esos apagones, lo que a su vez afectaba el rendimiento general del iPhone.

El problema con esta estrategia fue que Apple no había comunicado claramente a los usuarios que estaban implementando esta ralentización para manejar la degradación de la batería, así que de nuevo surgen dudas de si está ocurriendo lo mismo con la serie de iPhone 14.