Steve Jobs, cofundador de Apple, ha dejado una huella imborrable en la industria tecnológica con dispositivos como el Mac, el iPod, el iPhone y el iPad. Es el cerebro detrás de algunas de las mayores innovaciones de la historia. 

Apple estaba creciendo y los gerentes y empleados empezaron a ver la necesidad de contratar un equipo profesional para liderar grupos de trabajo. No funcionó. “La mayoría de ellos sabían gestionar personas, pero eran inútiles”, aseguró en una entrevista en 1985.

El cofundador de Apple dio lugar a un debate sin pretenderlo: si los buenos directivos deberían querer ser directivos o se han formado de manera casual. Argumentó que los trabajadores que se centran en dominar las técnicas de gestión suelen tener carencias en muchos otros aspectos. Las personas que menos lo esperan terminan siendo los mejores líderes, según Steve Jobs.

Los mejores trabajadores pueden ser grandes gerentes

La técnica del NO de Steve Jobs consistía en ascender a los mejores trabajadores a posiciones más altas, algunos incluso a puestos directivos del más alto nivel. “Los mejores gerentes son grandes contribuyentes individuales que NO quieren ser gerentes, pero deciden que tienen que serlo porque nadie podrá hacer el trabajo tan bien”, recoge Aol.

Un ejemplo de ello es Debbie Coleman, miembro del equipo Macintosh. La trabajadora estudió literatura inglesa y posteriormente se graduó de un MBA en la Universidad de Stanford, resultó ser una administradora financiera excepcional.

Apple la nombró gerente financiera en un movimiento algo arriesgado. Estaban apostando por una persona sin experiencia en tecnología y fabricación para una de las empresas más influyentes de Silicon Valley. Coleman llegó a ser directora financiera de Apple en una de las empresas tecnológicas más prometedoras del mundo. 

Invertir tiempo en el reclutamiento de las personas adecuadas

Steve Jobs se encargó de invertir tiempo en los procesos de reclutamiento de Apple. El cofundador quería personas que destacasen en sus ámbitos laborales, pero no necesariamente con años de experiencia o un gran curriculum detrás.

Buscaba empleados que creyesen en la filosofía de la marca, que supieran el impacto que la tecnología de Apple puede tener en la vida de las personas y que quisieran llevarla a más clientes, incluso aunque dijeran que no al puesto o no se sintieran capacitados, en eso consistía la técnica del NO de Steve Jobs.

El mismo se encargaba de supervisar el proceso de reclutamiento de los cargos con más responsabilidades. "El trabajo más importante de alguien como yo es el reclutamiento", explicó. Los empleados también tienen voto en este proceso. Los grupos de trabajo se convierten en otro filtro gracias al poder de sus miembros para decidir si un candidato encaja en el equipo.

Crear una visión de trabajo colaborativo

Apostaba por el trabajo colaborativo uniendo a los empleados en torno a unos objetivos comunes. "El trabajo en equipo consiste en confiar en que los demás harán su parte sin tener que mirar a sus compañeros en todo momento", ha explicado el CEO de Apple en la entrevista de 1985.

El enfoque colaborativo ha definido a la marca desde sus inicios y es uno de los aspectos que le ha permitido crecer a lo largo de su historia. Steve Jobs siempre ha afirmado que su empresa era la startup más grande del mundo y para ellos su técnica del NO resulto fundamental.