Si sigues un poco las redes sociales y tienes cuentas en Instagram, X o incluso TikTok, seguramente hayas notado en los últimos años que la política ha encontrado un terreno a medida en ellas, transformando la forma en de conectarse con la población y gestionan sus campañas. 

Este fenómeno ha revolucionado la estrategia política, llevando consigo un nuevo sistema para ganar votos que aprovecha la inmediatez y el innegable alcance que tienen plataformas como las antes mencionadas. 

Desde la creación de perfiles que dejen entrever su faceta más humana hasta la difusión de mensajes o incluso ataques a sus competidores, los políticos han descubierto en las redes sociales un medio poderoso para influir en la opinión pública y hacer que sus ideales lleguen más lejos, incluyendo, en este caso, a un sector que se les ha ido alejando: los jóvenes.

Según los datos de una encuesta realizada por Elogia, "casi el 80% considera que las redes sociales son un canal para captar votos, y pese a que todos los datos nos han dicho que son los jóvenes los que tienen mayor actividad de seguimiento, y más consumo de mensajes políticos en redes han tenido, son los de un perfil demográfico más adulto (30-49 años) los que tienen esta convicción más afianzada".

"Ya no es necesario depender solo de los medios de siempre para difundir mensajes"

Una parte clave de este sistema para ganar votos en las redes sociales radica en esa autenticidad de los perfiles políticos —o al menos la que tratan de mostrar—. Muchos han aprendido a construir una presencia más humana en redes sociales, compartiendo momentos personales, opiniones y experiencias que se acercan más a los ciudadanos. 

Además, la capacidad de personalizar mensajes según los intereses, los temas que estén de actualidad, rectificaciones y preocupaciones específicas de diferentes partes de la población se ha convertido en una estrategia muy importante, generando un impacto más grande en sus seguidores.

En pocas palabras, todos los políticos comprenden la importancia de participar en estas plataformas para influir en la narrativa y dar forma a la idea que tiene la gente sobre ellos y sus políticas. La capacidad de difundir mensajes de manera rápida y a gran escala les da un gran poder para construir la imagen que desean, alejada de esa formalidad y en ocasiones frialdad que dan lugares como el Congreso de los Diputados.

Sin embargo, cuidado porque parece que toda esta novedad también tiene un gran lado negativo que seguro que muchos políticos conocen de primera mano.

Tal y como explica Newtral, "desde el CJE aseguran que es normal que exista cierta desafección o rechazo ante los mensajes directos de partidos políticos en redes sociales, ya que se tienden a considerar más electoralistas y menos informativos. Desde la entidad añaden que falta que el discurso político se adapte más a los jóvenes".

Por otro lado, no se puede pasar por alto que, al igual que sus mensajes, llegan rápido a la población, las fake news y desinformación en general, también. Durante y sobre todo los periodos de elecciones, se han visto multitud de casos de difusión de información falsa y manipulación de la opinión pública a través de plataformas como X.  

"Cuando los políticos se lanzan a soltar información sin verificar, es como abrir la puerta a malentendidos. La cosa es que, cuando esa información poco verificada empieza a circular, la confianza en la política se va por el desagüe y la gente se divide aún más", explica Óscar Castillo, Responsable global de la práctica de BigData & IA.

"La política ya tiene suficientes tensiones y desconfianza. Si además le añades la difusión de datos falsos, estás jugando con fuego. Necesitamos más responsabilidad en las redes, más verificación de hechos y menos rumores volando por ahí", añade.

Con todo esto, parece que su incursión en este mundo está lejos de acabar —al revés, irá a más— y seguramente aquellos que se resisten acaben cayendo en la telaraña de las redes sociales. Eso sí, como usuario, y al igual que ocurre con el resto de medios, lee, analiza y contrasta.