Actualmente, no solo es habitual utilizar contraseñas en Internet, sino que lo más común es que las necesites para un sinfín de cosas: correos electrónicos, aplicaciones de trabajo, redes sociales, apps de bancos… la lista es casi interminable. Por eso algunas personas prefieren usar la misma casi siempre, y otras, en cambio, variar, por si las moscas. 

Pero de lo que no hay dudas es de que existen algunos errores que todo el mundo cometer al usar contraseñas y que, como es natural, te hacen vulnerables. 

En un mundo, el digital, cada día más sacudido por las ciberestafas y los ataques de todo tipo, y en el que la información es oro, no está de más repasarlos con minuciosidad. Puede que te ahorren más de un disgusto:

Contraseñas demasiado débiles o comunes

Utilizar contraseñas débiles o excesivamente comunes es uno de los errores más fundamentales que conviene evitar. Contraseñas como "123456" o "password" son fácilmente descifrables, dejando las cuentas vulnerables a ataques de fuerza bruta. Ten presente que cualquier cuenta que utilices de forma virtual está siempre disponible también para los delincuentes.

Crear contraseñas fuertes implica combinar letras mayúsculas y minúsculas, números y caracteres especiales. Optar por frases no obvias o acrónimos personales puede hacer que las contraseñas sean más resistentes a los desgraciadamente frecuentes intentos de hackeo.

Reutilización de contraseñas

La reutilización de contraseñas es otro fallo de lo más común. Utilizar la misma contraseña en varias cuentas puede resultar en un problema de seguridad masivo si una cuenta se ve comprometida. Si alguien tiene acceso a una, puede tener acceso a todas.

Adoptar una política de contraseñas únicas para cada cuenta es esencial. Utilizar un administrador de contraseñas puede facilitar la gestión de múltiples contraseñas sin comprometer la seguridad.

Almacenar las contraseñas en navegadores

Guardar contraseñas en los navegadores puede ser práctico, y en ocasiones prácticamente inevitable, pero también un factor de riesgo, especialmente si alguien más tiene acceso al dispositivo o si compartes un equipo en el trabajo. A veces, incluso optar por el método tradicional y apuntarlas en un papel resulta más seguro, siempre y cuando este esté a buen recaudo.

Desactivar la opción de guardar contraseñas en los navegadores y optar por un administrador de contraseñas ofrece un nivel adicional de seguridad y control.

Ignorar las alertas de seguridad

Ignorar las alertas de seguridad, como intentos de acceso no autorizado o cambios de contraseña sospechosos, puede llevar a consecuencias graves. No cometas el error de pensar que esas son cosas que les pueden suceder a los demás, pero no a ti.

Tomar en serio cualquier alerta de seguridad y tomar medidas inmediatas, como cambiar la contraseña o informar del incidente a la plataforma, es esencial para proteger la cuenta.

No renovar las contraseñas cada cierto tiempo

Muchos usuarios olvidan actualizar sus contraseñas con regularidad. Mantener la misma contraseña durante períodos prolongados aumenta la probabilidad de que sea descubierta.

Establecer un hábito de cambiar las contraseñas cada cierto tiempo es crucial. Además, al recibir notificaciones para actualizarlas, es importante abordar estas solicitudes de inmediato.

Tener en cuenta todos estos consejos, y no caer en los errores que todo el mundo comete al usar contraseñas no te hará invulnerable, pero sí reducirá los riesgos de correr ciertos peligros. Además, vivirás más tranquilo, algo que siempre se agradece.