Logo Computerhoy.com

Consiguen resolver el texto encriptado escondido en un bolsillo secreto de un vestido del siglo XIX

Consiguen resolver el código secreto escondido en un vestido del siglo XIX

Sara Rivers-Cofield

  • Una conservadora arqueológica compró un vestido de seda de la era Victoriana. En un bolsillo secreto encontró unos papeles arrugados, con un código encriptado.
  • Después de diez años, han conseguido descifrarlo de una forma inesperada. ¿Qué es lo que esconden estos papeles?
  • Equivalencias de los perfumes y colonias de Caravan.

Nunca sabes lo que te puedes encontrar en los bolsillos de un vestido de hace 150 años. Puede confirmarlo la arqueóloga Sara Rivers-Cofield, que compró un vestido de seda del siglo XIX en una tienda de Maine, en Estados Unidos. Al revisarlo localizó unos bolsillos secretos que contenían un texto encriptado.

Este código cifrado estaba compuesto por al menos una docena de frases ininteligibles, del tipo: "Grub wrongful hug duck fagan each" o "Calgarry Cuba Unguard confute duck fagan egypt". La mayoría son palabras que existen en inglés, pero que no tienen ningún sentido juntas:

Codigo encriptado en vestido del siglo XIX

Sara Rivers-Cofield

Durante 10 años, criptólogos de todo el mundo han intentado descifrarlo, sin éxito. Y cómo no, la imaginación se ha disparado. ¿La dueña del vestido era una espía? O, como especula Science Alert, ¿se trata de un código de apuestas ilegales?

Bautizado con el nombre de El Criptograma del vestido de seda, llegó a incluirse en la lista de los 50 mensajes sin desencriptar más famosos, en la web especializada Cypherbrain.

Así se descifró El Criptograma del vestido de seda

El enigma se resolvió hace unas semanas, cuando el analista informático Wayne Chan, de la Universidad de Manitob, en Canadá, descifró el código.

Como suele pasar en estos casos, la realidad suele ser más simple y cotidiana que nuestra imaginación. El texto encriptado usaba una codificación utilizada por el Ejército de Estados Unidos y la Oficina Meteorológica en el siglo XIX para... escribir mensajes con los datos climáticos de una estación meteorológica.

Utilizando el libro de códigos que se puede consultar online, Wayne Chan descubrió que el texto había sido escrito el 27 de mayo de 1888.

verticalImage1683566737168

Una frase del texto es: "Memphis Target Kernel One Nile Bigot Tide". La primera palabra, "Memphis", es el lugar donde está la estación meteorológica. La segunda palabra, "Target", describe la presión y la temperatura. Una palabra describe ambas cosas porque se compone de dos sílabas.

Las palabras que empiezan por vocal, por ejemplo, pueden indicar valores de presión o temperatura inferiores a 0,1. En cambio, las palabras que empiezan por consonantes pueden representar presiones o temperaturas crecientes según la posición de cada letra en el abecedario. Unas tablas incluidas en el libro de códigos lo explican:

Libro de código encriptado siglo XIX

Usando estas tablas, es posible codificar todas las mediciones de la estación meteorológica en una frase de apenas cuatro o cinco palabras.

Seguramente te estarás preguntando qué sentido tiene encriptar información que no es secreta, pues se trata de simples datos meteorológicos que cualquiera puede medir con un barómetro o un termómetro. La razón es que no se encriptaba para ocultarla, sino para... reducir el número de palabras.

El código secreto para abrir la caja fuerte, y otros trucos de seguridad de los hoteles

Estos mensajes se enviaban a la central de Washington desde cientos de estaciones meteorológicas de todo el país usando el telégrafo, que en el siglo XIX era muy caro. Enviar una sola palabra en un telegrama costaba varios dólares de la época. Encriptando los datos reducían su tamaño, y así ahorraban en gasto del telégrafo.

El criptograma del vestido de seda del siglo XIX, ha sido resuelto diez años después de descubrirlo. Pero aún queda un misterio por resolver: ¿Por qué esta información, sin aparente valor, estaba escondida en un bolsillo secreto de un vestido?

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Computerhoy.