En la actualidad, solo existen dos tipos de delfines que habiten en agua dulce, ambos en peligro de extinción. Uno que vive en la India y sus países vecinos (Platanista gangética) y otro en América del Sur, concretamente en la cuenca del río Amazonas (Inia geoffrensis). Existía otro en China, pero la prolongada falta de avistamientos hace sospechar su desaparición. 

En la actualidad, los delfines de agua dulce son una auténtica rareza, pero, ¿qué sucedía en el pasado? 

El descubrimiento del fósil de un ejemplar demuestra cómo eran estos animales hace la friolera de 16 millones de años: gigantes (superaban los tres metros de tamaño) y prácticamente ciegos. El descubrimiento ha tenido un merecido eco en todo el mundo. 

El delfín gigante del Amazonas

Un equipo perteneciente a la Universidad de Zúrich (UZH) ha llevado a cabo un hallazgo sorprendente: el delfín de río más grande del que se tenga constancia. Concretamente, descubrieron los restos del extinto animal mientras se encontraban explorando la Amazonia peruana, tal y como ha compartido la revista especializada Science Advances.

El grupo que ha llevado a cabo el descubrimiento, liderado por los paleontólogos Aldo Benites-Palomino y Rodolfo Salas Gismondi, ha bautizado al animal con el nombre de Pebanista yacuruna, en honor a un supuesto pueblo que se piensa que vivió en la cuenca del Amazonas en el pasado. No obstante, en tiempos de este delfín distaba mucho de ser como es ahora.

Hace 16 millones de años, lo que hoy es el Amazonas estaba formado por una enorme llanura cubierta por un gran sistema de lagos y pantanos, que suele recibir el nombre de Pebas. Dicho espacio ocupaba en buena medida lo que hoy vienen siendo Colombia, Ecuador, Bolivia, Perú y Brasil. Cuando el ecosistema cambió, hace unos 10 millones de años, muchas especies no pudieron adaptarse.

Esta evolución hacia lo que en la actualidad es el Amazonas ocasionó la extinción de este delfín de río, que alcanzaba el tamaño de unos 3 metros y medio, o incluso más. Es decir, notablemente mayor que el de la mayoría de ejemplares actuales, que rondan los 2 metros. O lo que es lo mismo, que este desaparecido delfín de río sería casi igual de grande que un tiburón blanco. 

Un parentesco singular

Las diferencias entre el Pebanista yacuruna y los delfines modernos no radican exclusivamente en su tamaño. También es significativo que tuviese una visión muy limitada, algo que se explicaría por las aguas habitualmente turbias del entorno en el que vivió. Por lo tanto, la emisión de sonidos de alta frecuencia, atendiendo a sus ecos, era su mejor forma de orientarse. 

En cuanto a su dieta, los especialistas entienden que también comía peces, por la forma alargada de su hocico. ¿Lo curioso del asunto? Que el principal parentesco de este antiguo delfín no está en los pocos delfines de río que aún habitan por el Amazonas, sino en sus “primos” asiáticos. Algo que ha sorprendido a los propios investigadores. 

Aunque los resultados de sus estudios se han compartido ahora, el fósil de este nuevo tipo de delfín se encontró allá por 2018, durante una dura expedición universitaria por la zona.