El proyecto Neuralink, liderado por el empresario Elon Musk, se centra en la creación de una interfaz cerebro-máquina que permitiría a las personas mejorar su capacidad cognitiva mediante la implantación de electrodos en el cerebro. Esta tecnología plantea una serie de cuestiones éticas que deben ser consideradas.

Entre todas estas cuestiones éticas se encuentra el bienestar animal y, es que, Neuralink ha investigado mediante la utilización de animales vivos desde 2018. Los animales elegidos para su investigación incluyen ovejas, cerdos y monos. Pese a que la empresa siempre ha comentado acerca de la seguridad de su proyecto, la realidad es muy diferente.

Desde 2018 han muerto cerca de 1.500 de estos animales, siendo una cifra lo suficientemente importante como para tener en cuenta. En el día de hoy ha salido a la luz cierta información que deja ver prácticas poco convencionales en Neuralink y que, por desgracia, habían sido las causantes de la pérdida de estos animales.

La empresa de Elon Musk habría cometido ciertas imprudencias a la hora de desarrollar diferentes pruebas. Entre estos se errores se encuentra el no utilizar el pegamento quirúrgico correcto o implantar un chip cerebral de un tamaño que no corresponde con el animal, siendo el resultado en ambos casos el sacrificio del animal en cuestión.

Neuralink frente a las cuerdas por maltrato animal

Lo cierto es que Elon Musk parece no ganar para disgustos, aunque también hay que tener en cuenta que según los informes presentados sería él la persona que habría dado diferentes órdenes a la hora de trabajar con estos animales. Todo esto ha conseguido que Neuralink se vea envuelta en una investigación federal.

Pese a que Elon Musk haya comentado que tiene planeado que en 2023 empiecen las pruebas de Neuralink en humanos, todo apunta a que esta tecnología todavía no está lista para ser implantada. Pero habrá que esperar para ver cómo se desarrolla esta situación y, sobre todo, cómo se enfrenta Neuralink a esta investigación.

Está claro que la ratio de éxito que se ha dado en las pruebas de Neuralink no es adecuado y más cuando pretende ser una tecnología que se aplique a seres humanos. Los esfuerzos de la empresa quedan empañados debido al trasfondo ético que se da por la utilización de este chip cerebral en seres vivos que, en su mayoría, terminan muriendo.