Los robots han nacido para ayudarnos, para encargarse de esos trabajos repetitivos que no queremos ver ni en pintura, pero también para ayudarnos a contar con una mejor sociedad, y también a colaborar en el arte.

Y ahora el Instituto de Robótica de la Universidad Carnegie Mellon ha creado un robot artista llamado FRIDA, cuyo nombre está inspirado en la artista mexicana.

Se trata de un brazo robótico equipado con un pincel que hace uso de inteligencia artificial para crear cualquier tipo de obra de arte, la que un humano previamente la ha dictado.

En concreto Framework and Robotics Initiative for Developing Arts (FRIDA) puede ser dirigido por cualquier usuario ingresando una descripción de texto sobre aquellas obras que quiere crear y así poderse inspirar en las mismas.

Igualmente se podría cargar una fotografía pidiéndole al brazo robótico que pinte una obra representación de la misma imagen.

El robot pintor FRIDA utiliza modelos de IA similares a los que impulsan herramientas como ChatGPT. No obstante FRIDA simula cómo se pintaría un cuadro con pinceladas y hace uso del aprendizaje automático para evaluar el progreso.

“Es un proyecto que explora la intersección de la creatividad humana y robótica. FRIDA está utilizando un tipo de modelos de IA que se han desarrollado para hacer cosas como subtitular imágenes y comprender el contenido de la escena y aplicarlo a este problema generativo artístico”, señala el investigador Jim McCann.

Aprovecha la IA y el aprendizaje automático durante el proceso artístico

Como dijimos, este robot artista aprovecha la IA y el aprendizaje automático durante el proceso artístico. Para ello pasa un buen tiempo aprendiendo a usar el pincel, luego hace uso de grandes modelos de visión y lenguaje entrenados en conjunto de datos masivos, que combinan texto e imágenes extraídas de Internet.

Cuando el usuario humano ha especificado a FRIDA el concepto de la pintura que desea crear, el robot hace uso de todo este aprendizaje automático para crear su simulación. No obstante, FRIDA da la opción al usuario humano, de elegir entre una amplia paleta de colores en la pantalla de un ordenador.

El robot empezará a trabajar en la obra de arte, y a dar a uso de su cámara superior para capturar una imagen de la pintura. Esta imagen ayuda al robot artista a evaluar su proceso y a refinar su plan si fuera necesario.

“La gente se pregunta si FRIDA va a quitarle los trabajos a los artistas, pero el objetivo principal del proyecto  es todo lo contrario. Queremos promover realmente la creatividad humana a través de FRIDA. Por ejemplo, yo personalmente quería ser artista. Ahora puedo colaborar con FRIDA para expresar mis ideas en la pintura”, señalan los investigadores.