Los números de tarificación adicional, aquellos que comienzan con 118, han sido —y siguen siendo—durante mucho tiempo un recurso de muy dudosa legalidad en el mundo de las telecomunicaciones. 

Estos números, originalmente destinados a dar servicios de información telefónica, han evolucionado en una fuente de ingresos descomunal para algunas empresas, pero también en un potencial riesgo para los consumidores que no son conscientes del negocio que se esconde detrás. 

Aunque originalmente se crearon como una especie de directorio telefónico para ayudar a los usuarios a encontrar números de teléfono de empresas y personas, actualmente con la presencia de Internet para encontrar todo lo que te propongas, estos servicios parecen obsoletos. 

Sin embargo, se niegan a desaparecer —resulta lógico— y continúan cobrando tarifas exorbitantes, lo que genera un lucrativo negocio a expensas de quienes buscan ayuda rápida. El problema se agrava aún más cuando algunas empresas aprovechan la confusión para dirigir a los usuarios a estos números de tarificación especial. 

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Tal y como especifica la OCU, que denuncia este abuso, la duración máxima de la llamada es 10 minutos y es obligatorio que al comienzo de cada una se emita siempre una locución, clara e inteligible, que informe del precio máximo por minuto de la llamada.

Sin embargo, "es fácil encontrarse pagando de más: necesitas cambiar un billete, localizar a un profesional, dar un parte… lo buscas en el móvil, y los primeros resultados de la búsqueda, estratégicamente posicionados (patrocinados en el buscador) aparentan ser de la empresa o servicios que necesitas, además de ofrecer un número convencional. Al llamar a ese número, te indican que debes llamar al 11887 o al 11827… y ahí está el problema", comentan.

"Una llamada de 10 minutos a un número 118 ronda los 30 euros: la llamada máxima supone de media 29,14 euros, pero puede llegar a 30,68 si la operadora es Orange y se llama a uno de los 118 más caros, como el 11816 y el 11831, pues detrás de cada numeración hay una empresa de información con unas tarifas algo diferentes", añade la OCU.

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Un caso reciente que lo empeora: el número 11824 se hizo pasar por Movistar, Orange, Vodafone y MásMóvil

En Banda Ancha comentan un caso reciente que sirve para darse realmente cuenta de que esta problemática va incluso más allá. En concreto, hablan del número 11824, que fue sancionado por la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) con 7.200 euros por suplantar la identidad de las principales operadoras, incluyendo Movistar, Orange, Vodafone y MásMóvil. 

Esta empresa mantenía sitios web estratégicamente posicionados en búsquedas como "teléfono Movistar" y, al llamar, los usuarios eran redirigidos al 11824. Aquí, el operador prolongaba la llamada haciendo preguntas sobre los servicios que interesaban al usuario, lo cual va en contra de las regulaciones establecidas para estos números 118.

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Según la resolución de la CNMC, entre diciembre de 2021 y 2022, el 11824 recibió 137.579 llamadas, de las cuales 23.052 duraron al menos 10 minutos. Esto resultaría en una facturación de 576.300 euros, lo que muestra lo rentable que puede ser este negocio, incluso considerando las sanciones impuestas.

Como ves, y a pesar de las regulaciones diseñadas para proteger a los consumidores, los abusos persisten. Para evitar caer en estas trampas, es esencial estar alerta y seguir algunos consejos clave. Primero, es importante prestar atención a los números que comienzan con 118 y desconfiar de ellos, ya que, como has podido leer en el artículo, suelen ser de tarificación especial. 

Además, verificar la dirección del sitio web es esencial, ya que los timadores a menudo suplantan la apariencia de las páginas oficiales. Contrastar la información con fuentes confiables, como la propia empresa o la policía, es fundamental antes de proporcionar datos personales.