Tim Berners-Lee, el inventor de Internet, comparte sus sorprendentes predicciones para el futuro

A lo largo de la historia muchísimas personalidades tecnológicas han logrado hacernos la vida mucho más sencilla, pero incluso antes de que existiera Internet, hubo alguien a quien se le ocurrió esta magnífica idea para comunicar datos en la red.

Hablamos del que es considerado el inventor del World Wide Web, Tim Berners-Lee, y aprovechando el 35 aniversario de su invención, la CNBC le ha preguntado sobre qué espera de Internet para los próximos años, con respuestas sorprendentes.

Berners-Lee tiene cierto optimismo para el futuro, a pesar de que considera que el interés actual ha desviado su camino, criticando especialmente a las redes sociales o incluso a la enorme cantidad de sitios web que existen en la red.

Pero una de sus previsiones, es que todos tendremos un asistente personal de inteligencia artificial.

Esto irá mucho más lejos, y cree algún día “contaremos con asistentes de IA, que trabajarán para nosotros, incluso serán nuestros banqueros, abogados o médicos”.

“Una de las cosas que predigo, pero es algo por lo que tendremos que luchar, es que tendrás un asistente de inteligencia artificial en el que podrás confiar y que funcionará para ti, como un médico”, dijo Berners-Lee.

La otra previsión de Berners-Lee es que los datos personales serán completamente nuestros en la red. Considera que en lugar de que la propiedad de nuestros datos sea cedida a sitios como Google y Meta, podemos tenerlos todos almacenados en una especie de pod.

“Pensarás en tu módulo de datos como tu espacio digital, lo considerarás algo con lo que te sientes muy cómodo”, explica Tim Berners-Lee.

No sorprende esta afirmación, dado que el propio Berners-Lee está trabajando con su startup Inrupt en un protocolo que tiene como objetivo cambiar radicalmente la forma en que funcionan las aplicaciones web hoy en día “resultando en una verdadera propiedad de los datos y una mayor privacidad del usuario”.

La tercera, y quizás más sorprendente, es que cree que una de las grandes empresas tecnológicas actuales, aunque no ha dado el nombre, acabará desapareciendo en las próximas décadas.

La "culpa" podría tenerlos los distintos reguladores, por ejemplo los de la Unión Europea, y que se ha visto con la histórica Ley de mercados digitales.

Esto obligaría a los gigantes tecnológicos a cambiar sus plataformas para permitir que prosperen los productos de la competencia a riesgo de que las grandes empresas se lleven multas que podrían ascender incluso al 20% de todos sus ingresos.

De hecho, en algunos casos extremos, hasta la Comisión Europea podría exigir la disolución de las empresas.

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