La lavadora es uno de los electrodomésticos más útiles e importantes en el hogar. Ahorra mucho tiempo, y permite tener la ropa limpia con el mínimo esfuerzo. 

Sin embargo, como cualquier dispositivo electrónico, puede presentar fallas a lo largo del tiempo, por lo que es valioso darle el uso adecuado.

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Hay algunas señales de advertencia que indican que tu lavadora podría estar experimentando problemas y que es el momento perfecto de buscar ayuda de un técnico antes de que el problema se agrave. 

Si detectas algunas de las fallas que se muestran a continuación, es importante que actúes rápidamente. 

Señales de que tu lavadora necesita reparación 

• Ruidos excesivos: un ruido fuerte de la lavadora puede indicar un problema grave con el funcionamiento interno del equipo. Puede que el motor esté dañado o que el tambor esté desalineado o roto. Estas averías pueden empeorar con el tiempo y causar más daños al electrodoméstico, y en este caso es crucial contactar con un servicio técnico cualificado.
• Problemas con el agua: si al terminar el ciclo de centrifugado ves restos de agua en el tambor o si el nivel de agua es muy bajo, incluso con cargas grandes, puede que tu lavadora tenga un problema serio. Estas señales pueden significar que el agua no se drena bien, que el tambor no se llena lo suficiente o que hay una fuga de agua. 
• Ropa que no se limpia bien: una forma de saber si tu lavadora necesita una revisión técnica es observar la limpieza de tu ropa. Si notas que tus prendas quedan sucias o manchadas, incluso después de lavarlas, puede ser una señal de que tu electrodoméstico está fallando. Además, si tienes que repetir el ciclo de lavado varias veces y la ropa sigue estando sucia, esto demuestra que hay un problema mucho más grave.  
• Pagas más dinero en la factura de la luz: es posible que tu lavadora esté causando un aumento inesperado en tus facturas de agua o electricidad. A veces, los electrodomésticos se deterioran y consumen más recursos de los que deberían, es por esta razón que no debes dejar que la reparación de tu lavadora se convierta en un gasto mayor.
• Sobrecarga constante: para evitar dañar tu lavadora, es importante no llenarla demasiado. Si metes más ropa de la que puede lavar, el motor se esfuerza más de lo necesario y se desgasta antes, incluso puede averiarse antes de cumplir el año de compra.

• Uso excesivo de detergente: si usas demasiado detergente, puedes dañar tu máquina sin darte cuenta. El exceso hace que el enjuague sea más largo y que la lavadora se esfuerce más de lo normal. Para evitarlo, sigue las instrucciones del fabricante y usa solo la cantidad necesaria de detergente, sobre todo si tienes una lavadora de alta eficiencia. 
• Olores persistentes: los malos olores en la lavadora pueden afectar la higiene de tu ropa, incluso si la lavas con regularidad. Esto se debe a que los modelos de carga frontal suelen retener la humedad y favorecer el crecimiento de moho y hongos. Para evitar este problema, se aconseja secar bien el interior de la lavadora después de cada uso y dejar la puerta entreabierta. 
• Lavadora antigua: las lavadoras son electrodomésticos que se desgastan con el uso. A medida que envejecen, pueden presentar más fallos y reducir su rendimiento. Suelen funcionar bien durante unos diez años, por lo que si la tuya tiene menos tiempo y ya presenta problemas, lo mejor es que llames a un profesional para que la revise de pies a cabeza. 

No dejes que una pequeña avería se convierta en un gran problema. Si tu lavadora muestra alguna de las señales de advertencia antes mencionadas, no esperes más y contacta con un técnico profesional. 

De esta manera, podrás solucionar el fallo antes de que se agrave y evitar que tu electrodoméstico quede estropeado.