A principios de 2021, el príncipe heredero Mohammed bin Salman de Arabia Saudí anunció The Line: un proyecto que albergaría hasta 9 millones de personas en unciudad futuristasin emisiones de carbono, de 170 kilómetros de largo y medio kilómetro de alto, pero solo 200 metros de ancho.

Dentro de sus muros espejados y sin coches, los residentes se desplazarían en trenes subterráneos y taxis aéreos eléctricos. Todos dimos por hecho que esta idea era solo un proyecto irreal para llamar la atención. Pero, ahora, podemos confirmar que no era un farol.

Imágenes por satélite del proyecto de 500.000 millones de dólares muestran que la vasta obra lineal de The Line ya está tomando forma, discurriendo recta como una flecha a través de los desiertos y las montañas del norte de Arabia Saudí. La arquitectura al servicio de un país.

El emplazamiento, a decenas de metros de profundidad en algunos puntos, está repleto de cientos de vehículos de construcción y probablemente miles de trabajadores, alojados en extensas bases cercanas. O así han informado en el MIT Technology Review.

Una arquitectura que desafía lo establecido

El análisis de las imágenes de satélite realizado por Soar Earth, una startup australiana que reúne imágenes de satélite y mapas de crowdsourcing en un atlas digital en línea, sugiere que los trabajadores ya han excavado unos 26 millones de metros cúbicos de tierra y roca, 78 veces el volumen del edificio más alto del mundo, el Burj Khalifa.

Las imágenes oficiales con drones de las obras de construcción de The Line, publicadas en octubre, mostraban efectivamente flotas de excavadoras, camiones y excavadoras excavando sus cimientos. Pero si visitas la ubicación de The Line en Google Maps verás poco más que roca desnuda y arena.

The Line es tan controvertida como futurista. Los críticos dudan de la conveniencia práctica y medioambiental de construir una estructura tan gigantesca en el desierto. Y muchas de las tecnologías que supuestamente incorporará siguen sin estar probadas.

No obstante, la construcción inicial comenzó en abril de 2022, y en junio la empresa matriz de The Line, Neom, adjudicó los contratos de excavación de túneles y voladuras para los túneles ferroviarios de alta velocidad de pasajeros y mercancías.