El color rosa no existe, es solo un truco de tu cerebro
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- El espectro de luz entre el rojo y el azul no tiene representación directa, por lo que el cerebro suple e interpreta los pasos intermedios.
- Vemos el color rosa o el magenta, pero en realidad no existen como tal, aunque determinan nuestros productos, interfaces y diseño.
- El sencillo truco para evitar que tu móvil escuche tus conversaciones.
La frase "ver todo de color de rosa" podría tener una implicación más profunda de lo que parece. Sí, el rosa es exclusivamente una interpretación de nuestro cerebro. Este color esconde detrás de su aparente sencillez un misterio científico fascinante: no existe en el espectro de luz visible. ¿Cómo es posible, entonces, que lo percibamos?
La respuesta al enigma del color rosa se encuentra en las ondas electromagnéticas que componen la luz visible. La luz que llega a nuestros ojos desde el sol es una combinación de todos los colores, que en conjunto se percibe como luz blanca. Esta luz se puede descomponer, como en un arcoíris, revelando los colores del espectro visible. Sin embargo, el rosa no se encuentra entre ellos.
Pero entonces, ¿cómo es que vemos objetos de color rosa? La explicación está en cómo nuestros ojos y cerebro trabajan juntos para interpretar la luz. Los objetos que nos parecen rosas reflejan una mezcla de frecuencias, principalmente rojas y azules, que nuestros ojos combinan para crear la percepción del rosa.
Es un fenómeno en el que el cerebro forma un color que no tiene una representación directa en el espectro de luz. En el espectro de luz visible, el rojo y el azul se encuentran en extremos opuestos, y no hay un color intermedio" entre ellos. El color rosa, también el magenta, son un testimonio de la compleja y maravillosa maquinaria de nuestra percepción visual.
Nos recuerdan que no todo lo que vemos existe de la manera en que lo percibimos. Por ejemplo, al ver una flor rosa, lo que realmente está sucediendo es que nuestros ojos están captando una mezcla de longitudes de onda que nuestro cerebro interpreta como rosa.
El diseño, las interfaces y los productos son fruto de la percepción humana y la interpretación del cerebro
En el mundo de la tecnología y el diseño, este entendimiento del color rosa y su origen nos ofrece una perspectiva interesante. Nos muestra cómo la percepción humana puede influir en el diseño de productos y en la manera en que interactuamos con la tecnología.
Desde las interfaces de usuario hasta los productos de consumo, el color que elegimos tiene un impacto directo en nuestra experiencia y percepción. El misterio del rosa nos lleva a una reflexión más profunda sobre los colores y su significado en nuestra vida cotidiana.
Nos invita a preguntarnos: ¿Qué otros colores o experiencias podrían estar moldeados no solo por el mundo físico sino también por las complejas interpretaciones de nuestra mente?
En un contexto en que la realidad virtual o aumentada o las interfaces cerebro-máquina son una posibilidad real, entender como la mente forma lo real, en este caso con los colores, es fundamental.
El color rosa nos enseña que la percepción de la realidad es un baile complejo entre el mundo físico y nuestra interpretación de él. Nos recuerda que, a veces, la belleza y el misterio se encuentran no solo en lo que es visible, sino también en lo que se crea en la mente.
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Descubre más sobre Raúl Barrón, autor/a de este artículo.
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