Descubren en China una nueva especie de pangolín a través de escamas confiscadas del tráfico ilegal
Universidad de Yunnan
El pangolín es una de las especies menos estudiadas del mundo. Sin embargo, una de las más vendidas en el comercio ilegal de animales. Con esta son ya ocho tipos diferentes.
La lucha contra el tráfico ilegal de especies en China ha arrojado un resultado inesperado y científicamente relevante. Investigadores chinos han identificado una nueva especie de pangolín a partir de escamas confiscadas en operativos contra el comercio ilegal.
Este descubrimiento aporta una nueva página al conocimiento de la biodiversidad del planeta. Las escamas, pertenecientes a este enigmático mamífero, llevaban el secreto genético del Manis mysteria, o pangolín asiático misterioso. Un nombre que, sin duda, hace justicia a las circunstancias inusuales de su hallazgo.
Es esencial comprender la magnitud de este descubrimiento: la última vez que se identificó una nueva especie de pangolín fue hace más de un siglo con el pangolín filipino. Los pangolines, descritos como "pequeños dragones" con escamas protectoras, son uno de los mamíferos más ilegalmente comercializados del mundo, y estuvieron en el punto de mira en la pandemia COVID-19.
Están tan demandados, en especial en Asia y, crecientemente, en África, que han llegado a figurar en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN. Algunos se ven atraídos por su carne, mientras que otros creen en propiedades curativas de sus escamas, una concepción que carece de fundamentos científicos.
"El pangolín es uno de los animales menos estudiados del mundo", se cita en el informe oficial publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias, que ha publicado el hallazgo. Este dato pone de relieve la importancia de tales descubrimientos y la necesidad de reforzar la protección de estas especies.
Un millón de pangolines incautados del comercio ilegal en la última década
Las estadísticas son alarmantes: en la última década se han incautado escamas de pangolín que representan a al menos un millón de estos animales. Esa es la cifra confiscada, pero se estima que al menos 250.000 pangolines al año son cazados sin ser detectados.
El equipo científico tras este descubrimiento fue liderado por investigadores de la Universidad de Yunnan, China. Sus esfuerzos combinaron técnicas avanzadas de genómica y estudios morfológicos. En definitiva, el descubrimiento del nuevo pangolín nos recuerda la riqueza de la biodiversidad del planeta, la cual, a veces, se revela en las circunstancias más oscuras: el tráfico ilegal de animales.
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